Tatiana
Segura
191103638
Licenciatura
en pedagogía infantil
VIII
semestre
Universidad
de los Llanos
DIDÁCTICA GENERAL
La siguiente es una revista realizada por
la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, (CECC/SICA), la cual
publicó y entregó treinta y seis interesantes obras que estructuraron la
Colección Pedagógica Formación Inicial de Docentes Centroamericanos de
Educación Primaria o Básica. Dichas publicaciones se originaron en el marco del
Proyecto Apoyo al Mejoramiento de la Formación Inicial de Docentes de la
Educación Primaria o Básica, el que se generó y se puso en ejecución, merced al
apoyo que ha brindado la Cooperación Internacional del Gobierno Real de los
Países Bajos
Esta es la novena edición titulada
DIDÁCTICA GENERAL escrita por Hernán Torres Maldonado y Delia Argentina Girón
Padilla en el año 2009, en San José Costa Rica
Inicialmente, el autor, expone los
conceptos sobre didáctica general que han planteado algunos expertos en el
tema, entre los cuales se encuentra
Imideo G Nérici, quien dice que:
”La didáctica es el estudio del conjunto de
recursos técnicos que tienen por finalidad dirigir el aprendizaje del alumno,
con el objeto de llevarle a alcanzar un estado de madurez que le permita
encarar la realidad, de manera consciente, eficiente y responsable, para actuar
en ella como ciudadano participante y responsable.” (p.12)
Para Nérici, lo más importante son los
recursos técnicos y su estudio, es decir que para él la didáctica se interesa
por cómo va a ser enseñado y cuáles son los recursos que guiaran el aprendizaje
del estudiante.
Para Fernández/Sarramona/Tarín
la didáctica es:
“La
didáctica es la rama de la pedagogía que se ocupa de orientar la acción
educadora sistemática, y en sentido más amplio: “Como la dirección total del
aprendizaje” es decir, que abarca el estudio de los métodos de enseñanza y los
recursos que ha de aplicar el educador o educadora para estimular positivamente
el aprendizaje y la formación integral y armónica de los y las educandos” (p
12)
Este autor por su parte, considera a la
didáctica como una rama de la pedagogía, y al igual que Nérici, se centra en
cómo va a ser enseñado, pero, fijando especial atención a los métodos
utilizados por los educadores para que se dé el aprendizaje
Fernández
Huerta, en el Diccionario de Pedagogía, dice al respecto: "A la
didáctica general le corresponde el conjunto de conocimientos didácticos
aplicables a todo sujeto, mientras la didáctica especial es todo el trabajo
docente y métodos aplicados a cada una de las disciplinas o artes humanas
dignas de consideración". (p.12)
Este autor trae ya una diferenciación entre
didáctica general y específica, argumentando que la general como su nombre lo
indica es aplicable a cualquier persona, mientras que la didáctica especial
está orientada hacia el trabajo del docente en las diferentes áreas o
disciplinas.
Stoker, dice: "La didáctica general plantea
las cuestiones generales de toda la enseñanza comunes a todas las materias,
intenta exponer los principios o postulados que en todas las asignaturas se
presentan y que ha de ser objeto de consideraciones fundamentales" (p.12)
Entre tanto, para este autor la didáctica
general tiene que ver con toda la enseñanza, centrada en los principios
fundamentales de cada asignatura.
Karlltein
Tomachewski, plantea que la teoría general de la enseñanza se llama
didáctica. La Didáctica General se refiere al estudio de los principios
generales y técnicas aplicables a todas las disciplinas. (p.12)
Para este autor la didáctica es una teoría
que estudia todos los principios y técnicas que se aplican en todas las
disciplinas.
De acuerdo con Luis A de Mattos, en su Compendio de Didáctica General podemos
resaltar que: "La didáctica es la disciplina pedagógica de carácter
práctico y normativo que tiene por objeto especifico la técnica de la
enseñanza, esto es, la técnica de incentivar y de orientar eficazmente a sus
alumnos y alumnas en el aprendizaje" (p. 13)
Este autor considera la didáctica como una
disciplina, por lo tanto se habla de las prácticas y normas a la hora de orientar a los
estudiantes para la adquisición del aprendizaje.
Entre otras cosas,, según palabras del
autor “toda acción educativa requiere de una teoría y una práctica. La teoría la
proporciona la pedagogía que es la ciencia de la educación y la práctica es
decir, el cómo hacerlo, lo proporciona la didáctica”; en otras palabras seria
el qué y el cómo enseñar.
También
argumenta que:
La
didáctica general, está destinada al estudio de todos los principios y técnicas
válidas para la enseñanza de cualquier
materia o disciplina. Estudia el problema de la enseñanza de modo general, sin
las especificaciones que varían de una disciplina a otra. Procura ver la
enseñanza como un todo, estudiándola en sus condiciones más generales, con el
fin de iniciar procedimientos aplicables en todas las disciplinas y que den
mayor eficiencia a lo que se enseña (p11)
Igualmente, el texto expresa que la
didáctica la constituye una metodología que se aborda mediante procedimientos,
técnicas y recursos con los cuales se da el proceso de enseñanza- aprendizaje;
estas son aplicables en todas las
disciplinas o en materias específicas, y se le ha diferenciado en didáctica
general y didáctica específica o especial.
La didáctica es definida por el autor como
arte y como ciencia: el arte lo expresa como la habilidad que tiene el docente
para comunicar un tema y hacerlo fácil y claro y lograr estimular el
aprendizaje de los estudiantes. Y lo expresa como ciencia porque cuando se
enseña también se aprenden valores, conceptos, actitudes que componen el arte
de enseñar. Conocer la ciencia es un paso indispensable para avanzar
rápidamente en la adquisición del arte.
Como un tema importante que proporciona
elementos teóricos y prácticos indispensables para mejorar los procesos de
enseñanza- aprendizaje, el autor expone los principios didácticos o
normas generales; su utilización depende de los aprendizajes que se quieran
lograr en los estudiantes y se pueden integrar unos con otros. Estos son:
El principio de individualidad: El
proceso educativo debe adaptarse al educando, porque es una persona irrepetible y única, cada uno tiene
diferentes capacidades y ritmos frente a lo presentado.
Principio de socialización La educación debe
procurar socializar al educando, permitiéndole que se integre a la comunidad en
que nació por medio del aprendizaje de sus valores y conocimientos
Principio de autonomía El fin de la tarea
educativa es lograr la autonomía, porque el principio y el fin de la educación
consisten en hacer personas libres y autónomas.
Principio de actividad
La actividad humana no es solo motriz sino también es mental y por lo tanto, la
actividad, especialmente la educativa, "no depende de la cantidad de
actividades que el alumno(a) realice, sino de la actitud de la persona ante la
tarea" (Castillejo Brull. P.11)
Principio de creatividad. La tarea educativa
respecto a la creatividad en el ser humano, tiene dos aspectos importantes:
favorecer e impulsar esta capacidad y prepararlo para vivir en un mundo
cambiante.
Estos principios didácticos determinan el
quehacer docente, él, debe tenerlos en cuenta a la hora de planificación, gestión
y organización de unidades didácticas, sesiones de clase y en la preparación de
medios, recursos y medidas generales, pues en últimas, sirven de base para que
se logre el aprendizaje. Y con respecto a esto Torres y Girón expresan:
Lo
importante no es que las y los
profesores enseñen, sino que sus estudiantes aprendan. Ningún profesor o
profesora enseña bien, si sus alumnos o alumnas no aprenden; de nada sirve que
crea que enseña bien, si el alumnado no alcanza los objetivos de conocimientos
o comportamientos esperados. (p.27).
Claro está, de acuerdo con el autor, que
“nadie aprende lo que no quiere aprender”, por lo tanto es importante utilizar
métodos activos para que el estudiante construya su proceso y por lo tanto el aprendizaje, es decir,
el estudiante debe ser el protagonista de las actividades que deben ser guiadas
u orientadas por el docente.
Entre otras cosas, los autores dicen;
Las
circunstancias deben convertir al estudiantado en personas conscientes y
responsables de su propio proceso educativo. Esa tarea requiere de grandes
dosis de esfuerzo, disciplina, deseos de querer aprender y hacer las cosas bien
y mejor cada día, del rechazo consciente al paternalismo, de la búsqueda
personal, de la reflexión crítica sobre todo lo que se nos presente como verdad
absoluta. (p. 29)
Efectivamente, como se dijo anteriormente,
aprender es un proceso intencionado que requiere de métodos activos de enseñanza, de
actitud positiva y de conciencia y responsabilidad por parte de quien aprende, frente
al proceso, de lo contrario no se lograra un real aprendizaje
Y en la actualidad se ve esta situación
bien reflejada cuando los alumnos y alumnas estudian los conceptos como si
fueran datos, cuando aprenden de memoria listas de informaciones pero sin
intentar entenderlas, esto se debe, por un lado, a que las actividades de
aprendizaje y las de la enseñanza no favorecen la comprensión sino la
repetición. Y por otro a que muchas veces los estudiantes memorizan en vez de
comprender: en la evaluación con mucha frecuencia el profesor o profesora no
tiene la capacidad de discriminar cuál alumno o alumna ha comprendido y cuál no.
(p 36)
Los autores presentan un esquema donde
explica dos tipos de aprendizaje: el repetitivo
y el significativo, el primero es cuando nuevos conocimientos no establecen
relación con los conceptos previos, son de forma mecánica y poco duradera. Y en
el segundo, los nuevos conocimientos se vinculan de manera clara y estable con
los conocimientos previos. (p. 42). Por lo tanto es importante que el
estudiante se apropie de su aprendizaje, él tiene su propio ritmo, sus propios
intereses, sus propias necesidades y sus propias facultades para lograrlo.
Es en este momento cuando el
constructivismo toma protagonismo; el cual
según los autores, “es un movimiento pedagógico contemporáneo que
concibe el aprendizaje como una actividad organizada, compleja, dinámica,
creativa y crítica de la persona humana”(p.33), por lo tanto permite que el estudiante elabore sus nuevos
conocimientos a partir de revisiones, selecciones, transformaciones y
reestructuraciones de los conocimientos que ya se tienen; actividad que se
realiza de manera cooperativa con la ayuda de un facilitador o facilitadora -
el o la docente- y de sus compañeros y compañeras.(p.34)
Ahora
bien, Por un lado, los educadores y las educadoras deben organizar su actuación
flexiblemente, para que le dé margen suficiente de adaptarla a las necesidades
y conocimientos de los y las alumnas y por otro lado deben encontrar sentido en
lo que hacen, deben enfrentarse a retos
y desafíos nuevos, pero a la vez se les debe proporcionar las ayudas adecuadas
para que puedan abordarlo (p 45)
Es decir, resulta vital para el proceso de
enseñanza – aprendiza je, que el docente se apropie de un método con el cual pueda dirigir el
aprendizaje hacia los resultados previstos y deseados.
Mattos (citado por Torres y Girón) “El
método didáctico se propone hacer que los alumnos aprendan la asignatura de la
mejor manera posible, al nivel de su capacidad actual, dentro de las
condiciones reales que la enseñanza se desarrolla, aprovechando
inteligentemente el tiempo, las circunstancias y las posibilidades materiales y
culturales que se presentan en la localidad donde se ubica la escuela” (p. 60)
Para concluir, es importante dar una
mirada a los diferentes conceptos sobre
didáctica que aportaron expertos como: Imideo G Nérici, Fernández/Sarramona/Tarín,
Fernández Huerta, Stoker, Karlltein Tomachewski, Luis A de Mattos, con el fin
de hacer un reconocimiento de sus aportes, que entre otras cosas ha venido
evolucionando a través del tiempo. Estos han expresado que la didáctica es: el
estudio de los recursos, una rama de la pedagogía, que es de carácter práctico,
otro que es teórico y otro que es una disciplina pedagógica.
Sin embargo el autor presenta su propia
definición, para él la didáctica es un arte y una ciencia y a partir de allí el
docente tiene la labor más importante, pues acorde a lo que menciona el autor,
lo fundamental es que el estudiante aprenda, por lo tanto, el docente debe valerse
de cualquier medio posible. Es aquí
donde juega un papel importante la creatividad y motivación del docente, con la
cual logre motivar también al niño y despierte en él, el deseo de aprender.
La didáctica es un medio, una herramienta,
un arte, (entre muchas otras cosas ) muy importante para toda acción educativa,
sin ella definitivamente, el aprendizaje seria de tipo memorístico, es decir no
habría un real aprendizaje, el estudiante sería una máquina que debería guardar
información de datos mas no de conocimiento.
Indiscutiblemente, tal como lo mencionan
los autores el aprendizaje es en gran medida responsabilidad de quien quiere
aprender, es decir es de tipo constructivista, más si no lo desea, será
imposible aprender o muy difícil la tarea de enseñar por parte del docente.
REFERENCIAS
Torres
Maldonado, Hernán y Girón Padilla Delia Argentina.2009. Didáctica General. Editorial Editorama. Costa Rica.
Fernandez/Sarramona/Tarín.
1981 Tecnología Didáctica. Teoría y Práctica de la Programación Escolar.
Editorial CEAC. Quinta Edición, Madrid, España,.
Mattos,
Luis A. 1974 Compendio de Didáctica General. Editorial Kapelusz. 11a. Edición.
Buenos Aires, Argentina.
Tatiana
Segura
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Licenciatura
en Pedagogía Infantil
VIII
semestre
EL
JUEGO EN LA EDUCACION INICIAL
(Documento
22)
El juego en la educación inicial es un
documento que hace parte de una serie de orientaciones pedagógicas para la
educación inicial en el marco de la atención integral. En estos documentos se
define el sentido de la educación inicial y se dan elementos conceptuales y
metodológicos para fortalecer el trabajo de los agentes educativos. En su
elaboración participaron más de cuatro mil personas: actores claves vinculados
a la educación inicial y a otros sectores. Se realizó bajo la dirección y
coordinación del Ministerio de Educación Nacional de Colombia en el año 2014.
La educación inicial es la atención y
formación que reciben los niños desde su nacimiento hasta los seis años, como
preparación para el ingreso a la educación preescolar, en esta etapa se
considera que el juego debe hacer presencia en el entorno educativo, aquel
juego que surge espontáneamente de la
interacción de las niñas y niños con el espacio y con los objetos, los que
proponen los otros y aquellos que necesitan ser enseñados para que no se
pierdan, como los juegos tradicionales (p.18)
“El juego restringe todo el potencial que
en sí mismo alberga, puesto que generalmente se usa para lograr un fin” (p.18)
por lo tanto se convierte en un dispositivo dirigido para el aprendizaje que
permite la participación y la diversión (Doc. 22)
Además, Martha Glanser (citada en Doc.22)
manifiesta
que “la niña y el niño reflejan en sus conductas y en sus juegos las
particularidades que caracterizan una determinada sociedad contextualizada en
un momento histórico definido” (p. 18), hay pues, una representación de la
cultura en la que está inmerso, manifestando toda la diversidad del patrimonio
cultural con la que cuenta un país (Doc. 22).
Por lo anterior, se puede decir que el
juego se aborda desde una perspectiva sociocultural; pero también, desde una
perspectiva psicológica, la cual dice que el juego ha sido utilizado como una
herramienta, estrategia o instrumento que potencia el desarrollo infantil; igualmente,
desde una perspectiva educativa se han identificado dos orientaciones en el
juego: la primera se origina en la escuela activa con autores como Decroly
(Decroly y Monchamp, 2002), (citado en Doc. 22) en la que se retoman los
planteamientos de Froebel; estos autores apuestan por la experiencia y la
educación de los sentidos, ya que el supuesto básico del que parten es que
manipular es aprender (Michelet, 1998).
La segunda orientación es la propuesta del
juego- trabajo desarrollada por Freinet (1971), en la cual se puede articular
el trabajo con el juego como un proceso pedagógico para llegar a un fin. Pero al respecto se ha dicho que
esta propuesta ha sido influenciada por la perspectiva psicológica y en
ocasiones se encuentra el deseo de preparar al niño para el ingreso a la
escuela, convirtiendo el juego en un sistema de control por la necesidad de
obtener resultados, y con esto, evidentemente se afecta la esencia misma del
juego, pues transforma su libertad, gratuidad y placer. (Doc. 22)
Por otro lado, no se puede llegar al
extremo de dejar que el juego se de en una libertad absoluta, pensando que si
se hace acompañamiento se omiten las características propias del mismo (Fandiño,
2001).
En
definitiva, entre las dos situaciones anteriores (un juego abandonado y un
“juego” controlado), se propone el reconocimiento del juego como una práctica
social que, en sí misma, es un factor de desarrollo. Un juego que merece tener
un lugar, un tiempo, unas condiciones para su despliegue y unos adultos sensibles,
con una actitud de acompañamiento, de empatía y de escucha, en cualquiera de
los entornos en los que las niñas y los niños habitan y reciben atención.
(p.21)
En este orden de ideas, el documento
presenta cómo y a qué juegan los niños y las niñas de primera infancia.
Inicialmente juegan con su cuerpo “Los gestos, las caricias, los balbuceos,
las miradas, las sonrisas y todas las manifestaciones corporales son evidentes
y recíprocas y es justamente lo que transforma a quienes juegan, pues en medio
de este proceso dialéctico se resignifican las experiencias vividas” (p.22)
Por consiguiente, el juego permite en el
niño y la niña, la interacción y la expresividad de su particular manera de
ser, de sentir, de actuar, de entender el mundo y de estar en él. Entre otras
cosas permite también el movimiento, siendo estas dos dimensiones (juego y
movimiento) constitutivas y complementarias del sujeto. Tras las primeras
interacciones, el cuerpo comienza a reconocer y disfrutar el goce que producen
las sensaciones vividas dentro del juego; también se hacen evidentes las transformaciones
tónicas que se dan cada vez que se juega. (Doc. 22)
En efecto, el juego realiza un gran aporte
al desarrollo de la psicomotricidad en el niño, y con respecto a esto el
documento expresa que:
El
juego es un escenario privilegiado en el que cada intercambio, cada
manifestación expresa la voluntad, el deseo y el placer por vivir experiencias
corporales en las que las caídas, la pérdida del equilibrio, los cambios de
posturas, las tensiones y distensiones se convierten en juegos de acción y
movimiento que van acompañados de descubrimientos que se traducen en nuevos
retos motores, correspondencias, acuerdos, negociaciones y límites que
visibilizan redes comunicativas a nivel corporal.
Los niños también juegan explorando y al
respecto Bruner (citado por MEN) hace referencia a tres de las características
del juego en la primera infancia: el juego es en sí mismo un motivo de
exploración, es una actividad para uno mismo y no para los otros, es un medio
para la invención (p.23). Se reconoce la relación inseparable que existe entre
el juego y la exploración, pero también se insiste en que este momento este
acompañado por un maestro que pueda responder a sus preguntas y propuestas, de
lo contrario el niño solo haría manipulación.
Juegan
imitando y simbolizando Vigotsky (1933), (citado en Doc. 22) desde un
enfoque psicológico, manifiesta que la imitación es una regla interna de todo
juego de representación. Mediante ella, la niña y el niño se apropian del
sentido sociocultural de toda actividad humana. Así, la imitación se constituye
en mecanismo de interacción con el entorno (p.24). Además, de que el niño y la
niña disfrutan cuando imita, también movilizan estructuras mentales en las que
elaboran y comprenden los fenómenos de la vida cotidiana, por ejemplo cuando
juegan a ser peluquero, cocinero, doctor e incluso papá o mamá, le dan
significado a la labor.
Los niños y niñas Juegan construyendo,
lo cual se puede entrelazar con los juegos simbólicos cuando construyen
escenarios y desarrollan historias con personajes, esta labor requiere de gran
concentración, posibilitando la resolución de problemas y el conocimiento de
las cualidades físicas de los objetos, además, tiene un valor agregado cuando
se juega construyendo en grupo, pues
esto implica “compartir, llegar a acuerdos, respetar la producción de los demás
y enriquecerse con ellas. Estos juegos muestran una evolución en las diferentes
edades, pasando de la manipulación a la planeación, elaboración, combinación y
nominación de las construcciones.” (p.25)
Juegan desde la tradición. La tradición
es aquello que se transmite o se mantiene de generación en generación y en este
caso los juegos son testimonios vivos de una historia, de una cultura y de una
sociedad, “tienen gran riqueza simbólica, pues a partir de ellos se vislumbran,
de alguna manera, las dinámicas de la sociedad en la que se encuentra cada niña
o cada niño” (p.26), generando identidad de cada región conde se nace y crece (Doc.
22),
Juegan construyendo la regla.
“se necesita haber jugado muchos juegos motores y simbólicos antes de construir
la comprensión de la regla dentro del juego”. Garoz (2005) a partir de lo
establecido por Piaget, reconoce que el juego
de reglas se constituye de los 4 a los 7 años y, sobre todo, de los 7 a los 11
años, es cuando se hace de forma más consiente. (p.247). se necesita involucrar
un proceso de descentración que lleva al niño a ponerse en el lugar del otro y
comprender el sentido de la competencia y la estructura profunda del juego.
(Doc. 22. P.27).
Es necesario, tal como lo expone el
documento potenciar un ambiente educativo lúdico en el cual los niños y niñas
se desarrollen, estos espacios deben ser seguros, accesibles y estimulantes, donde ellos puedan jugar
cómodamente, a saltar, a balancearse, a esconderse, a gatear, acostarse un
lugar donde halla la posibilidad de
transformación del mobiliario para convertirse en una casa, un autobús, una
tienda… un lugar donde exista la posibilidad de interacción con elementos del
ambiente, que permita las expresiones artísticas; un lugar, propuesto por Abad
(2011) donde las instalaciones sean de carácter interactivo y transformador,
dispuestos con materiales no estructurados
como cajas, telas, envases, pliegos de papel, caracoles o conchas, y
elementos que se desechan en casa como cámaras viejas, cajas de zapatos, CDs,
entre muchos otros, para promover la imaginación y potencie el juego simbólico.
También se hace necesario proponer la creación de espacios blandos donde se
invite al niño a un momento de relajación o donde manifiesten ternura o deseos
de ser consentidos.
Igualmente, se propone rincones para
posibilitar el trabajo libre, autónomo y diferenciado, sin la necesidad de un
juguete como tal. Plantea Glanzer (2005), (citado en Doc. 22) “entre más
elementos tiene el juguete, más se empobrece el juego de la niña y el niño: por
ejemplo, las muñecas que hablan, lloran y cantan restringen las posibilidades de
imaginar y de hacer como si, por parte de las niñas y los niños” (p.30).
Sin dejar de lado lo dicho anteriormente,
no se puede dejar de lado los objetos que siempre han hecho parte de la
educación inicial, como los dones de Froebel, figuraas geométricas, el material
Montessori, juguetes de relación causa- efecto, “el cesto de los tesoros” para
bebes, juegos heurísticos para los más grandecitos (Doc. 22 p.31)
Por otra parte, el documento habla sobre
el papel del maestro en el juego en la educación inicial y expone lo planteado
por Harf, 2008
[Debemos
preguntarnos por] el lugar que el docente o adulto puede ocupar en el juego
infantil: ya no podemos hablar sencillamente que el docente “juega” con sus
alumnos simplemente porque participa de la situación; en este caso por ejemplo,
si aceptamos que un niño nos convide al té armado con materiales no
convencionales estamos aceptando actuar como soporte de su juego: somos, a fin
de cuentas, un recurso u objeto más que el niño necesita para… y que está
resignificando, simbolizando en el juego que él está jugando: no juega con el
maestro como miembro de ese espacio lúdico, sino que lo utiliza para su espacio
lúdico (Doc. 22, p 32)
A partir de lo anterior se debe pensar en
el maestro desde diferentes roles, como: el adulto que acompaña, que propone,
que espera turno, que potencia y enriquece los momentos de juego; como un
observador participante; como acompañante desde la interacción con el fin de
potenciar los juegos propuestos por los niños y las niñas y configura la base
para comprender el mundo en el que está inmerso; como un acompañante con
intencionalidad específica que propone observación, exploración, construcción
de estrategias y la transformación de objetos y espacios; y como el que enseña
los juegos, aquellos que no surgen espontáneamente, como los tradicionales o
los de reglas que los niños y niñas no conocen.(p.32 – 36)
El documento propone acciones pedagógicas
para promover experiencias en torno al juego, teniendo en cuenta intereses,
saberes y experiencia de los niños y niñas para ponerlas en práctica de acuerdo
con las características propias de los diferentes contextos y culturas. Estas
propuestas están organizadas en cuatro grandes momentos, “que no son
estructuras que desaparecen sino que se transforman o complejizan de acuerdo
con los procesos de desarrollo de las niñas y los niños”. (p38). Estos son: a)
Del juego sensoriomotor a la imitación, ocurre cuando a través del movimiento y
los sentidos realizan una acción que produce algo de una manera diferida, por
ejemplo cuando simulan que están durmiendo. b) De la imitación a la
simbolización: empieza a darle uso diferente a los objetos. c) De la
simbolización a los roles más estructurados: asumen un papel que supone ser
caracterizado de manera fiel a la realidad. d) De los roles a las reglas:
empiezan a darle sentido a los juegos de persecución, a los de mesa y es más consciente
la estrategia para ganar. (p. 42)
Reflexionemos
El documento anteriormente referenciado,
en sus páginas iniciales expone que el
juego aparte de ser una de las actividades rectoras en la educación inicial y
en el preescolar, es también un derecho y de mi parte argumento, que también es
una necesidad.
Se le
llama actividad rectora porque en si misma posibilita múltiples aprendizajes
que potencian el desarrollo integral del niño y la niña, y me parece muy
acertado lo que plantea Garvey sobre el juego, ayudando
a explicar esta idea: "El niño no juega para aprender pero aprende cuando
juega".
Hoy día, encontramos múltiples
clasificaciones del juego, entre ellos los juegos según la etapa de desarrollo
del niño, según la motricidad, los juguetes, los espacios, las características
propias del juego, entre muchas otras
que se complementan entre sí. Lo importante de esto y al punto donde quiero
llegar es al hecho que, sea el juego que sea o la etapa en la que se encuentre
el niño, lo importante es que cuando juegue, logre una buena interacción con
los otros y con el medio que lo rodea, esta interacción debe generarle
confianza, seguridad, identidad, libertad, imaginación y motivación hacia la
expresión de sus deseos, emociones y sentimientos con la cual pueda construir
su propio conocimiento, esto no es tarea difícil cuando se trata del juego pues
él moviliza las estructuras del pensamiento que dan paso hacia muchos
aprendizajes.
Seguido a esto, extraje
una frase del texto y quiero darle mi punto de vista: “la finalidad del juego
es jugar, sin caer en objetivos que conlleven a la instrumentalización del
mismo”. Considero que si bien es cierto que el juego debe ser una creación
libre y espontánea del niño y la niña, esto debe ser cuando él todavía es muy
pequeño y está empezando a darle sentido a todo lo que le rodea; pero cuando se
habla de educación, considero que si se debe planear el juego y establecer
objetivos claros que permitan el aprendizaje. Creo que en ocasiones no se debe
jugar por jugar, el juego debe tener un sentido y un fin establecido, pues de
lo contrario se juega exclusivamente por diversión.
Como dije
anteriormente, considero que el juego es una necesidad propia del ser humano,
pero en este caso particular, el niño por sus características especiales,
necesita encontrar algo que le permita, - por decirlo de alguna manera - quemar
energía o liberar tensiones y la manera más fácil, sana y espontanea que existe
es el juego. tambien, necesita del juego para desarrollarse física, cognitiva,
emocional y socialmente; y para que definitivamente pueda expresar ese placer
que genera jugar y pueda disfrutar de una infancia feliz.
Para terminar, el juego
se convierte en un derecho de los niños y las niñas, propuesto en el año 1989,
en la Convención sobre los derechos del niño. El artículo 31 enuncia
textualmente: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y
el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y
a participar libremente en la vida cultural y en las artes” esto quiere decir
que bajo ninguna circunstancia debe restringirse al niño la posibilidad de
jugar, él debe gozar libremente de los juegos propios de su edad con el objeto
de generar una actitud positiva frente a la vida.
REFERENCIAS
Abad Molina, J. y
Ruiz de Velasco, Á. (2011). El juego simbólico. Barcelona: Graó.
Convención sobre los derechos del niño. Recuperado de http://www.hchr.org.co/documentoseinformes/documentos/html/pactos/conv_derechos_nino.html
Decroly, O. y
Monchamp, E. (2002). El juego educativo: iniciación a la actividad intelectual
y motriz. Madrid: Morata
El juego en la
educación inicial. Documento 22. (2014) .ministerio de Educación Nacional
.Bogota Colombia. Editorial
Panamericana.
Fandiño, G.
(2001). “El uso del juguete en los jardines infantiles”. Revista Pedagogía y
Saberes (16):71-79.
Freinet, C.
(1971). La educación por el trabajo. México: Fondo de Cultura Económica.
Garoz Puerta, I.
(2005). El desarrollo de la conciencia de regla en los juegos y deportes. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 5
(19) pp.238-269. Recuperado de Harf, R.
(2008). El juego en la educación infantil. Crecer jugando y aprendiendo. 0 a 5.
Colección La Educación en los Primeros Años. Buenos Aires: Novedades Educativas
Glanzer, M.
(2000). El juego en la niñez. Buenos Aires: Aique. — “Los juguetes: material
lúdico-didáctico autónomo”. El globo rojo, juegos y juguetes, la piedra en el
estanque. Recuperado el 10 de noviembre de 2013 en: http://www.educared.org.ar/
infanciaenred/elgloborojo/piedra/.
Harf, R. (2008).
El juego en la educación infantil. Crecer jugando y aprendiendo. 0 a 5.
Colección La Educación en los Primeros Años. Buenos Aires: Novedades Educativas
Michelet, A. (1988). Los útiles de la infancia. Barcelona: Herder.
Vigotsky, L. (1933). El desarrollo de los procesos psicológicos
superiores. Barcelona: Grijalbo.
Tatiana
Segura
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VIII
semestre
LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA EN LA
EDUCACIÓN FÍSICA
La siguiente es una
reseña elaborada por la licenciada en Psicopedagogía y opositora de maestra en
educación física, Beatriz Hernández Nieto, en España en el año 2009. Aquí se
dan a conocer los métodos para la enseñanza de la Educación Física, haciendo un
paralelo entre lo que es método, técnica y estilo de enseñanza y método como
estrategia en la práctica.
Inicialmente, la autora hace una
clarificación conceptual del término - método- teniendo en cuenta algunas
interpretaciones que se han hecho al respecto, entre ellas la de Mena,
quien concibe el método de enseñanza
como “el conjunto de momentos y técnicas lógicamente coordinadas para dirigir
el aprendizaje del alumno hacia determinados objetivos” (p.1)
Delgado (1991) (citado en Hernández) se
suma a la misma interpretación cuando dice:
Los
métodos de enseñanza o didácticos son caminos que nos llevan a conseguir el
aprendizaje en los alumnos, es decir, a alcanzar los objetivos de enseñanza. El
método media entre el profesor, el alumno y lo que se quiere enseñar. El método
es sinónimo de: Estilo de Enseñanza, Técnica de Enseñanza, Recursos de
enseñanza y Estrategia en la práctica”.
Es decir, para este autor didáctica es
sinónimo de enseñanza y método son todos aquellos elementos que se necesitan o
se utilizan para garantizar el aprendizaje.
Por su parte, Gimeno Sacristán (1981) (citado
en Hernández) entiende en el término
método como uno de los términos más confusos y polivalentes en su significado;
no posee una conceptualización clara y unívoca. Alrededor del mismo existe una
diversa terminología propia de la metodología de enseñanza, que muchos autores
utilizan indistintamente. Tal es el caso de Estrategia Metodológica o
pedagógicas, Intervención didáctica, procedimiento de enseñanza, recursos
de enseñanza, etc. (p. 2)
En este orden de ideas y teniendo en
cuenta el análisis del autor anteriormente nombrado se puede decir que el término
método es, al igual que la didáctica, la reunión de muchos elementos
encaminados hacia la consecución de un objetivo que es el aprendizaje. Incluso
me atrevo a decir que los dos términos se complementan o trabajan de la mano para hacer de la
enseñanza algo sencillo y del aprendizaje algo placentero.
Por otra parte, la autora hace una
clasificación atendiendo al método como una técnica de enseñanza, como un
estilo de enseñanza y como una estrategia en la práctica.
En cuanto al método como técnica de enseñanza, habla sobre la forma correcta de
actuar del profesor, su forma de dar la información, la forma de ofrecer
conocimiento de resultados, o cómo mantiene la motivación del grupo de
estudiantes, donde el objetivo fundamental es la selección del modo más
adecuado de presentar lo que se quiere que realice el estudiante. Ante
esto Delgado 1991 afirma que “La
actuación del profesor durante la clase le hace aplicar una técnica didáctica
en función de una serie de variables como los objetivos, las tareas motrices o
las características de los alumnos” (Hernández 2009)
Igualmente, Delgado (1993) presenta dos
modalidades de técnicas de enseñanza: la
instrucción directa que se basa en la enseñanza de un modelo determinado y
la indagación basada en la enseñanza
a través de la búsqueda o resolución de problemas.
Ahora, el método como estilo de enseñanza, según Mosston (citado en
Hernández) muestra cómo se desarrolla la interacción profesor-alumno en el
proceso de toma de decisiones, de igual manera se puede clasificar de múltiples
formas a partir de diversos criterios. Una de las clasificaciones es la
planteada por Delgado en 1991; describiendo estilos tradicionales, estilos
individualizadores, estilos participativos, estilos socializadores, estilos
cognoscitivos y estilos creativos. (p.3).
Finalmente, el método como estrategia en la práctica, señala, como lo dice Delgado
(2010) es la forma de presentar la actividad y se puede dar de manera global,
analítica o mixta. Se habla de manera global cuando se presenta la actividad de
forma completa, como un todo. La analítica cuando la actividad se puede
descomponer y enseñar por separado y la mixta cuando se combinan
las dos estrategias anteriores y se trata de sacar lo mejor de cada una. (p.3).
Baena en el 2005, a partir de la
clasificación planteada por Delgado en 1991, agrupa de la siguiente manera las
técnicas y los estilos enseñanza:
Estilos tradicionales
Instrucción
directa o reproducción de modelos: esta no es más que la
ejecución de modelos tradicionales de enseñanza, donde el profesor emite y el alumno
recibe, en un ambiente llamado clase magistral y trata de copiar el modelo con
precisión. El profesor es el protagonista en el proceso de enseñanza y es quien
toma las decisiones, mientras el alumno toma un papel pasivo. (Hernández 2009)
De acuerdo con la autora esta forma de enseñanza es muy utilizada en educación
física y danzas.
Igualmente, en el mando directo y modificaciones
del mismo se maneja un estilo tradicional pero con un origen más estricto,
de tipo militar, que según autores como
contreras (1994) y otros, sigue siendo utilizado en educación física. El objetivo
es la repetición de los ejercicios bajo el mando del profesor quien controla y
exige con mucha disciplina. El desarrollo de la clase tiene un orden específico
y la organización y control son muy importantes, manteniendo formaciones
geométricas de manera estricta, mientras el alumno obedece y no tiene
autonomía. El mando directo tiene una modificación y se expresa en el sentido
de mayor flexibilidad, tanto en la labor del maestro, en el trato hacia el
alumno y en la organización y ejecución de contenidos. (P.4-6)
Estilos
individualizadores
Se encuentra el trabajo
por grupos, programas individuales y enseñanza programada. Se destacan por
tener en cuenta las diferencias individuales de los alumnos, en la primera
categoría el maestro es un guía, una persona experta que ofrece conocimiento;
en la segunda, el docente elabora un programa individual para cada alumno
adaptado a sus características y en el tercero, las tareas deben
estar organizadas en secuencias lógicas y de forma muy progresiva, accesible
para la mayor parte de los alumnos (Organización rigurosamente lógica y
participación activa) (p.7-9)
Estilos
participativos
La autora a modo general
caracteriza a este grupo de estilos, fundamentalmente por la participación del
alumno en el proceso de Enseñanza - Aprendizaje realizando funciones típicas
del docente, como informar, corregir, evaluar, etc. pero que utilizan también
la enseñanza de reproducción de modelos y la técnica de la instrucción directa,
sólo que en determinados estilos lo realiza el alumno bajo la supervisión a
distancia del profesor. Se busca proporcionar un mayor número de feedback. Son
estilos indicados cuando los grupos son muy numerosos (Hernández 2009)
Estilos
cognoscitivos
Son, como refiere la
autora “una propuesta metodológica abierta, asentada dentro de los principios
del aprendizaje constructivo, debe orientarse hacia la utilización de unos
estilos de enseñanza inspirados en técnicas de indagación o búsqueda. Todos
ellos van a tener unas características comunes, que en mayor o menor grado
quedarán plasmadas a la hora de su puesta en práctica”, (Hernández 2009) entre
ellos están la propia indagación o búsqueda, la resolución de problemas y el
descubrimiento guiado. (p. 13-16)
Estilos
socializadores
Son aquellos donde las actividades que se
proponen para desarrollar la sociabilidad de los alumnos, son de carácter
abierto y se requiere de un plan de acción donde lo fundamental es el trabajo
en equipo. (p.16)
Estilos creativos o de libre expresión
“Desarrolla la más alta
capacidad cognitiva del ser humano: la creatividad”. Supone el nivel más avanzado de los estilos
de enseñanza, ya que trata de ofrecer al alumno la posibilidad de elegir las
actividades, la organización, tomando prácticamente todas las decisiones. El
alumno busca experiencias motrices libremente alrededor de un material, de una
instalación o de un contenido. (Hernández 2009)
Reflexionemos
A partir de la interpretación de la
lectura anterior, es prudente hacer un análisis teniendo en cuenta de manera
general al estudiante, con relación a lo que expone la autora de lo que es para
ella el método como técnica de enseñanza y
el método como estilo de enseñanza.
Para empezar, comprendo que el método como
técnica de enseñanza hace referencia a la labor propiamente del maestro, la
manera en que él enseña y de todo lo que se vale para lograr que se dé el
aprendizaje. Cabe mencionar en este punto, que el texto presenta dos técnicas:
la instrucción directa y la indagación; y
el método como estilo son las diversas formas en las que el estudiante recibe
la enseñanza y por supuesto tiene que ver con la interacción que tenga con el
maestro.
Ahora bien, las técnicas y estilos son
métodos donde lo fundamental es la relación o interacción del maestro con el
estudiante, pues uno es quien da y el otro quien recibe para llegar al mismo
fin que es “el aprendizaje”, entonces,
se pueden combinar, y es por esto que la autora presenta el planteamiento de
Baena, (que a su vez toma ideas de Delgado) quien agrupar las técnicas y los
estilos de enseñanza, para explicar de
una forma más clara el papel que juega cada actor presente en el proceso de la
enseñanza y aprendizaje, es decir, cómo es la actitud del maestro, del
estudiante y cómo se presentan los contenidos
Entonces, si situamos al niño en estos
grupos de estilos de enseñanza, el resultado sería que, en los estilos
tradicionalistas, donde es el maestro el protagonista de todo el proceso de
enseñanza y aprendizaje y el niño es solo el que recibe de una manera pasiva y
sin poder tomar iniciativa o decisiones que favorezcan su proceso, se estará coartando
al niño de su libre expresión, haciendo
de este niño una persona tímida, sin autonomía, con poca creatividad y sin la
habilidad para exponer lo que considera está bien para él.
Hoy día este estilo de enseñanza está
mandado a recoger, pues el niño debe tener una participación activa y el
maestro debe ser una compañía o guía en
su proceso, debe estar rodeado de situaciones donde pueda reflexionar, debatir, exponer sus ideas de
modo que construya su conocimiento.
En la actualidad, para que un niño
adquiera un verdadero aprendizaje se requiere que el docente mire el mundo a
través de sus ojos y pueda comprender
cuál es la manera más adecuada como el niño
aprende, pues está más que comprobado que con gritos, ordenes, extrema
disciplina, y tratando de ajustarse a los modelos establecidos, lo que se hace
es una repetición y memorización que pocas veces es a largo plazo, por lo que
no constituye un real aprendizaje.
Gracias a nuevas tecnologías y nuevas
maneras de ver al niño, estos estilos tradicionalistas han ido cambiando y se
han ido ajustando a sus requerimientos y podemos hablar entonces de estilos individualizadores, participativos y socializadores donde se
tiene en cuenta un poco más las características individuales de cada niño, y es
posible el trabajo en grupo, de manera que entre ellos puedan interactuar,
socializar, intercambiando sus saberes y pensamientos, para obtener de manera
conjunta, los aprendizajes;
Hablamos también de estilos cognoscitivos y creativos donde la el
aprendizaje se da a través de la experiencia, del reconocimiento de su entorno,
a través de la investigación, de la creatividad, de la búsqueda para la
solución de problemas, del análisis que por sí solo pueda hacer y que el
docente a partir de su experiencia pueda direccionar.
Como resultado de lo anterior, y hablando
específicamente de Colombia, en la educación de los niños de primera infancia,
el Ministerio de Educación Nacional ha realizado una serie de orientaciones
pedagógicas para la educación inicial en el marco de la atención integral. “En
estos documentos se define el sentido de la educación inicial y se dan
elementos conceptuales y metodológicos para fortalecer el trabajo de los
agentes educativos” (MEN 2014).
Dentro de estas orientaciones encontramos las
actividades rectoras y las bases curriculares para la educación preescolar,
allí se expone cómo de manera sencilla atendiendo a las necesidades e interés
de los niños y niñas, se aprende a través de múltiples experiencias que las da
el juego, el arte, la literatura y la exploración del medio, combinado con la
relación que tiene con el entorno con los demás y con sigo mismo; recalcando la
importancia que los niños realicen actividad motriz como parte de su desarrollo
integral.
REFERENCIAS
HERNANDEZ, NIETO, Beatriz (2009) Métodos de enseñanza en la educación
física. España
BAENA, A. (2005). Bases teóricas y didácticas de la EF escolar. Granada:
Gioconda.
DELGADO NOGUERA, M.A. (1991). Los estilos de enseñanza en Educación
Física. Universidad de Granada.
GIMENO SACRISTÁN, j (1981). La enseñanza: su teoría y su práctica. Madrid:
Akal.
MOSSTON Y ASHWORTH (1993-1996). La enseñanza de la Ef. La reforma de los
estilos de enseñanza. Barcelona:
Hispano-Europea.
Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Orientaciones pedagógicas
para la educación inicial
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