Karen Benitez



RELATORÍAS







Karen Xilena Benitez
cód. 191103605







Lic. Esneider Castellanos













Universidad de los Llanos
Facultad de ciencias humanas y de la educación
Juego como opción didáctica
Villavicencio - Meta
2019








RELATORÍA EQUIDAD Y CALIDAD EN LA EDUCACIÓN INFANTIL: UNA LECTURA DESDE EL CURRICULUM

Descripción bibliográfica del texto
     Zabalza, Miguel A. (2000). Equidad y calidad en la educación infantil: una lectura desde el curriculum. En simposio mundial de educación infantil, una educación infantil para el siglo XXI. Santiago de Chile.

Descripción teórica del texto

     En las siguientes líneas, se muestra que el presente artículo está organizado en torno a dos preguntas. En un primer momento, de forma muy sucinta, el autor aporta algunos elementos que tratan de hacer reflexionar sobre la primera pregunta esta que se hacen investigadores, tomadores de decisiones, docentes y familias; ¿cómo salvaguardar la equidad y, simultáneamente, la calidad en la Educación Infantil?

     En este sentido, el autor nos habla de que la escuela es un espacio de encuentro, pero también podrían (deberían) ser un contexto de vida enriquecedor donde haya una equidad social, lo que significa dar a todos los estudiantes oportunidades de integrarse a experiencias educativas beneficiosas que les permitan mejorar las posibilidades de desarrollo y acceder a condiciones de vida más justas.

     “Mi punto de partida es que la escuela constituye un contexto fundamental en el desarrollo de los niños y niñas pequeños. Una buena Educación Infantil es garantía de un buen desarrollo de los niños. No existe posibilidad de equidad social sin una oferta suficiente de servicios y escuelas destinadas a la infancia. Por eso planteo la idea de la Escuela Infantil como un contexto de vida enriquecedor para todos los niños (y en especial, para aquellos que provienen de entornos con más dificultades socioeconómicas y culturales).” (Zabalza, 2000, Pág. 2)

     Sin embargo, este encuentro tiene una parte contradictoria, pues el autor da a entender que se trata de un encuentro y una relación forzada. Los niños/as no eligen (en general, y, desde luego siempre que se es pobre) la escuela, no se escogen los profesores, no se escogen los compañeros, ni los aprendizajes ni las experiencias, se ven forzados a mantenerla (Zabalza, 2000) es aquí donde esa imposición puede malograr la iniciativa de ser capaces de generar las cosas por sí mismas.

     …a veces la escuela (en todos los niveles de la escolaridad) está más pendiente de las demandas sociales (lo que la sociedad exige en cada caso a las nuevas generaciones) y de sus propias condiciones institucionales (lo que la propia escuela y sus profesionales demandan para funcionar) que de las demandas personales que los propios sujetos plantean a la institución. Por eso se ha convertido más en una escuela de “exigencias” y de “selección”, en una escuela que “pone condiciones” (esto es, una escuela selectiva) que en una escuela “enriquecedora” y de “apertura de nuevas posibilidades” (esto es, una escuela inclusiva y orientada al desarrollo de los sujetos). Y esta contradicción nos sitúa, nuevamente, ante el reto de la equidad. (Zabalza, 2000, Pág. 8)


     Por otro lado, en un segundo momento, el autor hace alusión a una pregunta en la cual deben estar implicados no solo las instituciones, sino todos los contextos principales en el desarrollo de los niños/as, y es ¿qué papel juega el curriculum en el compromiso de salvaguardar la equidad y la calidad en la Educación Infantil?

     En este sentido, el autor nos habla de que “la escuela será y aportará a los niños lo que sea su curriculum” (Zabalza, 2000, Pág. 9), pero este no solamente está orientado al trabajo en el contexto escolar, sino un curriculum del que es necesario entenderse en los diferentes contextos en que el niño/a se desarrolla, esto para que los sujetos puedan desenvolverse y adueñarse de su propio conocimiento.

     De esta manera, el autor sustenta que los alumnos son capaces de adquirir, habilidades progresivamente más complejas, pero estas deben partir de la consolidación de sus conocimientos previos, esta aportación del curriculum escolar ayuda a entender y a que se puedan mover mejor en su propio contexto de vida. No sólo en el escolar sino en el conjunto de circunstancias que caracterizan el medio.

     Si se me permite presentar el esquema sencillo de progresión curricular que yo suelo utilizar, diría que las propuestas curriculares habían de progresar en una doble línea de complementariedad:  
- partiendo del enriquecimiento generalizado de la experiencia personal de los sujetos sobre los elementos y actividades de la vida cotidiana (objetivo básico de la Educación Infantil), para avanzar hacia un conocimiento más sistemático de esos mismos elementos a través de aproximaciones mejor instrumentadas y más rigurosas (objetivo básico de la Educación Primaria) y acabar concluyendo con un nivel de familiarización aceptable de lo que son los recursos conceptuales, lógicos y operativos básicos de las diversas disciplinas (objetivo de la enseñanza secundaria).
 - partir de una apertura amplia y ligeramente regulada a las experiencias para ir poco a poco avanzando a través de un proceso de interacción (compartiendo dichas experiencias: aprendizaje coral) para acabar racionalizándolas (esto es, decodificándolas y recodificándolas según los particulares códigos de las disciplinas implicadas). (Zabalza, 2000, Pág. 10)

     Entonces, el punto clave que señala el autor es que el curriculum constituye una estructura de la que el niño puede apoyarse para su equipamiento personal, que parte de las experiencias de los sujetos, para que tengan mayor confianza y desde allí ellos mismos puedan tener un desarrollo personal sostenido a lo largo de los años y además tengan unas bases seguras para que puedan integrarse en el propio medio social y cultural.

Reflexión
     Por lo anterior, y en total acuerdo con el autor se hace una reflexión de si la escuela y su curriculum en sí es malo o positivo para los niños/as que lo integran, entonces aquí es necesario pensarse en una escuela dónde el papel principal es la de ofrecer un contexto de vida rico y enriquecedor, estás dos últimas palabras a veces tienden a confundirse, cuando se habla de enriquecedora no se debe involucrar con esta que tiene muchos recursos, en este caso, rica y enriquecedora no son términos similares.

     De esta manera, pensando en un contexto enriquecedor este podría ser, si todos los días el maestro/a lleva una actividad diferente, llamativa y divertida al niño/a, donde el niño tenga confianza y pueda involucrarse y participar, expresarse sin temor a ser juzgado, donde pueda aprender de los errores, donde pueda dialogar y compartir con el maestro/a y sus compañeros experiencias de su vida, aquí muy seguramente en el niño/a habrá algo que lo impacte y comenzará a disfrutar de cada experiencia, aumentará sus deseos de vivir y aprender algo nuevo y logrará una formación enriquecedora para su vida, como decía Freire (2003): “La relación pedagógica es una forma de construcción colectiva de conocimiento; el que aprende enseña, el que enseña aprende, aprendiendo juntos se transforma la realidad y se producen cambios en la historia”.

     En este sentido, se puede afirmar que aquí el currículo es un:

     “espacio en el que los docentes y aprendices tienen la oportunidad de examinar, de forma renovadora, aquellos significados de la vida cotidiana que suelen verse como datos y naturales, […] se considera experiencia, y espacio de interrogación y cuestionamiento de la experiencia” (Da Silva, 2001, pág. 48)


     Teniendo en cuenta que los niños/as son seres emocionales, contadores de sus propias historias reales o fantásticas, críticos innatos, seres sociables, reflexivos, investigadores, innovadores, autónomos, creadores de sus propias ideas, unos seres apasionante por el juego, son sujetos que necesitan de un adulto que los escuche, los quiera, que les brinde espacios enriquecedores, llenos de experiencias significativas donde puedan desarrollar y potenciar su formación personal.

     Para finalizar, el curriculum y la escuela debe ser un espacio desde el cual se construye identidad, por lo tanto para los maestro/a y docentes en formación, esta es una tarea delicada que necesita de tiempo, pues la única forma de que la sociedad sea tolerante, respetuosa, honesta, justa y feliz es brindándole experiencias enriquecedoras en los primeros años de vida, no hay otra forma de trasformar vidas, la decisión está en las manos de un maestro/a que se piense en la infancia, sus procesos y contextos educativos.

     En cuanto a la equidad en las escuelas y sobre todo dentro de las aulas se debería trabajar desde la situación social y académica que se presenta, porque cada realidad educativa es diferente, por lo tanto ser equitativo significa también que deben valorarse la capacidades de los niños y niñas, aun cuando éstos provengan de entornos socioculturales y económicos diferentes.

Referentes bibliográficos

Freire, P. (2003). El Grito Manso. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina S.A.
Da Silva, T. T. (2001). Espacios de Identidad. España: Octaedro.
Zabalza, Miguel A. (2000). Equidad y calidad en la educación infantil: una lectura desde el curriculum. En simposio mundial de educación infantil, una educación infantil para el siglo XXI. Santiago de Chile.








RELATORÍA EMPLEO DIDÁCTICO DE JUEGOS QUE SE MATEMATIZAN MEDIANTE GRAFOS. UNA EXPERIENCIA

Descripción bibliográfica del texto
     Morales, J., Muñoz,  J, & Oller, A. (2009). Empleo didáctico de juegos que se matematizan mediante grafos. Una experiencia. Contextos educativos. 12 Universidad de Zaragoza. Pág 137-164.

Descripción teórica del texto

     En el siguiente líneas, se mostrará y analizará cómo está constituido el documento antes mencionado, de esta manera,  empezamos con uno de los temas principales del artículo que es presentar actividades que ilustren ante el alumno procesos de matematización se presenta una actividad en la cual algunos estudiantes de nivel de secundaria y universidad logran procesos de matematización, modelando distintos juegos a partir de los conceptos y teoremas de la teoría de grafos.

     “la utilización y el estudio de los grafos es uno de los posibles instrumentos, aproxima- ciones o estrategias para conseguir (…) que los alumnos aprendan a pensar, a resol- ver problemas, a afrontar situaciones nuevas, a acceder a la información y a tratarla de forma adecuada” y que, al margen de su valor formativo intrínseco, “los grafos constituyen una buena herramienta para conceptualizar situaciones, extraer pautas y, de forma mucho más evidente, para llegar a entender esquemas y transferirlos a situaciones nuevas” (p. 141)

     Este material fue construido teniendo en cuenta las distintas actividades realizadas con los alumnos de secundaria en el Taller de Talento Matemático de la Universidad de Zaragoza en España y con los alumnos de la Licenciatura en Matemáticas de las Universidades de Sevilla y Zaragoza. Las actividades presentadas, permitieron identificar procesos de matematización en los cuales se utilizan los grafos como herramienta matemática; en particular los Teoremas de Euler y la Coloreabilidad.

     …es adecuado implementar actividades que ejemplifiquen este ir y venir del mundo real al matemático y trabajar en el aula con contenidos matemáticos que favorezcan los procesos de matematización. Este es el principal propósito de las actividades que planteamos en el artículo, poniendo especial énfasis en que los alumnos sean conscientes de los procesos de matematización horizontal que llevan a cabo en las mismas. (p. 141)
    
      Los juegos elegidos en este documento, fueron el dominó y el sudoku, ya que son ampliamente conocidos por los estudiantes y generan cierta motivación. De hecho, uno de los resultados interesantes de esta investigación fue el gran interés despertado en los estudiantes hacia los juegos estudiados. Esta situación, facilitó la introducción y asimilación de los conceptos asociados a teoría de grafos, así como los Teoremas de Euler y Coloreabilidad.

La elección de estos juegos viene motivada no sólo por su cercanía al alumno, sino también porque permiten un proceso de matematización paradigmático a la  vez que sencillo. Esta sencillez permitirá hacer explícito este proceso ante el alum- no, facilitando así la reflexión y aumentando la posibilidad de que el alumno repro- duzca procesos similares en situaciones diferentes. (pág.138)


     En esta sección se presenta esquemáticamente la actividad de aula implementada, dividida en dos partes claramente diferenciadas. Los aspectos que relacionan ambas partes son el papel central que juegan los procesos de matematización horizontal y modelado de situaciones; el empleo de los juegos como  recurso  didáctico  que genera un entorno motivador para el alumno y la presencia de conceptos elementales de Teoría de grafos que aparecen de forma natural en ambas matematizaciones. (pág. 147)

     De esta manera, los estudiantes lograron modelar mediante grafos, los juegos de dominó y sudoku, permitiendo introducir de manera natural los Teoremas de Euler y Coloreabilidad. Finalmente, aplicaron los aprendizajes adquiridos por medio de esta experiencia, a otros problemas reales como los puentes de Konigsberg o el coloreado de mapas.

     En este sentido, los autores también nos muestran que el juego didáctico se puede usar en cualquier nivel o modalidad de escolaridad, sin embargo, en las aulas universitarias se utiliza escasamente debido a la falta de conocimiento de sus múltiples ventajas. Algunos investigadores han utilizado aspectos relativos a la teoría de grafos como juegos educativos en matemáticas y han concluido que su empleo aumenta considerablemente el factor motivador de la actividad facilitando la introducción y asimilación de conceptos sensiblemente mejor que con el modo habitual.

Reflexión
     En este documento, se encuentra explicita una experiencia, con el objetivo de mostrar la importancia y utilidad de los procesos de matematización donde se obtuvo como conclusión que el juego aumenta el factor motivador de las actividades facilitando la introducción y asimilación de los conceptos.

     Por consiguiente, partimos de que el juego forma parte de la naturaleza de los seres humanos, se utiliza para aprender y desarrollar el conocimiento sobre la realidad que les rodea. Esto se ha tenido en cuenta en diversos ámbitos y a lo largo de la historia. Dentro del ámbito de las Matemáticas se ha descubierto que existe una estrecha relación entre éstas y los juegos, sin llegar a afirmar que las Matemáticas son juegos porque ellas van más allá del componente lúdico.

     Sin embargo, echando un vistazo a la sociedad actual, las actividades lúdicas han sido poco contempladas en el nivel medio superior y superior. Para algunos, existe una clara línea divisoria entre la matemática “seria” y la matemática recreativa, línea completamente irreal para los amantes de las matemáticas.

     De Guzmán (1984) plantea:

¿Dónde termina el juego y dónde comienza la matemática seria? Una pregunta capciosa que admite múltiples respuestas. Para muchos de los que ven la matemática desde afuera, ésta, bastante aburrida, nada tiene que ver con el juego. En cambio, para los más de entre los matemáticos, la matemática nunca deja totalmente de ser un juego, aunque además de ello pueda ser otras muchas cosas (p. 3).

     De acuerdo con los autores, se puede afirmar que los juegos son muy útiles, hasta diría que necesarios, dentro del aula de Matemáticas para que los alumnos no solo aprendan los contenidos sino que formen su pensamiento de una manera autónoma y adquieran habilidades y actitudes para la vida personal. Una de las razones para utilizar juegos en el aula de matemáticas se debe a que son actividades atractivas y aceptadas fácilmente por los estudiantes, reconociéndolas como elementos de su realidad que les permiten desarrollar un carácter competitivo (Chamoso, Durán, García, Martín & Rodríguez, 2004).

     Por lo anterior, los niños necesitan sumergirse en el proceso de aprendizaje de una manera activa, la imagen del alumno escuchando al profesor y sin hacer nada más no debería verse más que lo imprescindible dentro del aula, para esto una de las frases que puede resumir muy bien el trabajo de un profesor es la de Benjamin Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.

Bishop (1998) discute el papel de los juegos en la educación matemática y puntualiza: Los educadores en matemáticas han descubierto mediante su experiencia, que han apoyado con investigaciones teóricas, que jugar puede ser una parte integrante del aprendizaje. Esto ha hecho del acto de jugar y de la idea del juego una actividad de enseñanza y aprendizaje mucho más extendida de lo que había sido anteriormente (p. 21).

     Para finalizar, es necesario que los niños puedan participar en clase, dar su opinión, experimentar cosas nuevas, sensaciones, proponerles retos, metas a alcanzar, etc., y una de las mejores maneras para que realicen todo estos es a través del juego. No solo se busca que aprendan conocimientos, sino a que desarrollen estrategias, el pensamiento lateral, trabajar en equipo, desempeñar funciones dentro de un grupo, hablar ante sus compañeros, etc., habilidades y actitudes que afectan a su desarrollo integral como persona y que se aprenden únicamente afrontándose ante situaciones diversas.

Referencias bibliográficas
Chamoso, J., Durán, J., García, F., Martín, J., & Rodríguez, M. (2004). Análisis y experimentación de juegos como instrumentos para enseñar matemáticas. Suma, 47, 47-58.

De Guzmán, M. (1984), “Juegos matemáticos en la enseñanza”, en Sociedad Canaria de Profesores de Matemáticas Isaac Newton (ed.), Actas de las IV Jornadas sobre Aprendizaje y Enseñanza de las Matemáticas, Santa Cruz de Tenerife, Sociedad Canaria de Profesores de Matemáticas Isaac Newton, pp. 49-85.

Bishop, A. (1998), “El papel de los juegos en educación matemática”, Uno. Revista de Didáctica de las Matemáticas, núm. 18, pp. 9-19. Recuperado el 4 de septiembre de 2014 de http://dgespe.edutlixco.org/pdf/educa/pap_jueg.pdf







RELATORÍA LA ESCUELA FRANCESA DE DIDÁCTICA DE LAS MATEMÁTICAS Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA DISCIPLINA CIENTÍFICA

Descripción bibliográfica del texto
     Ruiz, A. Chavarría, J. & Alpízar, M. (2006). La escuela francesa de didáctica de las matemáticas y la construcción de una nueva disciplina científica. Cuadernos de Investigación y Formación en Educación Matemática, 1(2).

Descripción teórica del texto

     En la siguiente relatoría, se presenta una descripción sobre la investigación educativa en el campo de la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas (actividad conocida en los países anglosajones como investigación en Educación Matemática y en otros países europeos como investigación en Didáctica de las Matemáticas).

     Para empezar, dentro de esta reseña los autores nombran una comunidad de investigadores que, desde diversas disciplinas, se interesan por los problemas relacionados con la educación matemática, que se ha ido destacando en los últimos años, principalmente en Francia, un grupo -donde sobresalen los nombres de Brousseau y Chevallard- que tratan de realizar una reflexión teórica sobre el objeto y los métodos de investigación específicos en didáctica de la matemática.

     Como característica de esta reseña se puede encontrar el interés por establecer un marco teórico original, desarrollando sus propios conceptos y métodos y considerando las situaciones de enseñanza y aprendizaje globalmente. Los modelos desarrollados comprenden las dimensiones epistemológica, social y cognitiva y tratan de tener en cuenta la complejidad de las interacciones entre el saber, los alumnos y el profesor dentro del contexto particular del aula. 

     Los autores de esta “escuela Francesa” tienen una visión particular de la evolución de la Educación Matemática por esto afirman tres etapas: una “antigua”, una “clásica” y, finalmente, la que constituiría la misma escuela francesa.

La “antigua” que correspondería a la etapa (o visión) en ausencia de profesionalización, en la cual la enseñanza de las matemáticas podía verse como un arte asociado a las calidades del profesor o del alumno, y donde lo fundamental es el dominio de la disciplina de las matemáticas y las habilidades mostradas por el profesor en la enseñanza.
La etapa "clásica" sería aquella en la cual se sistematizan algunos de los asuntos relacionados con la problemática del profesor como, por ejemplo, los conocimientos previos de los alumnos, la motivación para la aprendizaje, técnicas para la resolución de problemas, la evaluación y, lo más importante, se trata de una didáctica que utiliza otras disciplinas en la explicación de su quehacer. En esta etapa se usan los trabajos de Piaget, Vygotsky y Bruner entre otros.
La tercera etapa va a ser la “didáctica fundamental”. La explicación, según los mismos autores, para la creación de la nueva etapa en la enseñanza de las matemáticas es que desde el punto de vista anterior no era posible resolver asuntos específicos en los quehaceres de la didáctica matemática. Por ejemplo, el papel de la rutinas en el aprendizaje de las matemáticas, las actividades creativas, el papel de la resolución de problemas, la relación entre los aprendizajes de aritmética, álgebra y geometría, la adquisición de conceptos precisos matemáticos o los criterios para el diseño de un currículo de matemáticas en general. (Citado en Ruiz, A. Chavarría, J. & Alpízar, M. 2006).

     Se afirma que estos asuntos no podían ser abordados desde la óptica clásica, por esto, Brousseau plantea el asunto en términos de acepciones de la didáctica. Y establece cuatro: la primera, se entiende como el arte de enseñar en general (Comenius); la segunda, como un conjunto de técnicas para enseñar; la tercera, como “la descripción y el estudio de la actividad de enseñanza en el marco de una disciplina científica de referencia.” (Brousseau, 1990). En esta última se tiene una actitud más “reflexiva”, hay investigación de una práctica. Sostiene que estas acepciones se pueden ver como complementarias.

     Sin embargo, hay una nueva etapa o visión que aporta nociones, términos, y métodos novedosos en la Educación Matemática y es un llamado al carácter específico en la Didáctica de las Matemáticas; se subraya entonces lo que es su punto de partida: las matemáticas.

     En este sentido, el primer concepto nuevo que se establece en el marco teórico de la didáctica matemática francesa es el que da (Brousseau, 1972; Brousseau, 1994) un eminente iniciador de esta escuela, a inicios de la década de los años 70, establece un concepto relevante llamada “situaciones didácticas”, cuya idea principal era lograr conocimiento matemático mediante una situación fundamental. (Citado en Ruiz, A. Chavarría, J. & Alpízar, M. 2006)

     De esta manera, esta situación permite al docente profesor provocar que los estudiantes construyan un cierto tipo de conocimiento, reconstruyendo así los conceptos matemáticos.
Otro de los conceptos, es el que se da con la idea de “transposición didáctica” para esto, (Chevallard 1985 y 1991) dice:
…es entendida como el paso de un objeto de saber científico a un objeto de enseñanza, en otras palabras los cambios o transposiciones que presenta un conocimiento científico para ser enseñado en un aula, que aparece a mediados de la década de los 80. (Citado en Ruiz, A. Chavarría, J. & Alpízar, M. 2006).

    Por otro lado, se muestra una visión antropológica de la didáctica en la que hay una epistemología que solo afirma la relación entre objeto y sujeto, y está orientada solamente hacia la construcción cognoscitiva. Los autores ponen este enfoque en el territorio de epistemologías más amplias que involucran actores como los influjos sociales de manera específica en la ecuación epistemológica.

     Es por ello que el hecho de utilizar la epistemología matemática como parte inicial de la planificación acorde al objeto matemático a desarrollar; promueve el involucramiento sustancial de las TIC como medio actualizado en la enseñanza matemática; pues fomenta la creación de secuencias de actividades a-didácticas que garanticen un hilo conductor en todo su recorrido; utiliza materiales manipulables que permiten al estudiante hacer más sencillo el aprendizaje matemático; involucra los diseños de clases al revés, donde el estudiante estudia en casa y refuerza el contenido en clase; sugiere la utilización de la transposición didáctica que transforma el saber sabio; enmarca una constante retroacción didáctica en el caso del docente, estudiantil y con el medio que rodea al estudiante; mantiene la evaluación formadora como un lineamiento intocable que favorece la regulación de los aprendizajes y la verbalización de saberes; y por último permite la reflexión constante del docente, añadiendo un componente de apertura a cambios sustanciales que solamente se logran incorporar, cuando es sustraída de resultados de intervenciones educacionales.
     La actividad matemática, entonces, se interpreta integrando la construcción de un sistema de conceptos, el uso de lenguaje y un proceso cognitivo. Esto hace que se incorporen enfoques que, se afirma, son parciales: epistemológicos, lingüísticos, psicológicos, sociológicos etc. Pero ya no como yuxtaposición de saberes con subordinación de las matemáticas, sino como parte de un proceso dirigido por los matemáticos (aquellos que hacen didáctica –que no son muchos-). (Ruiz, A. Chavarría, J. & Alpízar, M. 2006)

Reflexión

     Estas interesantes novedades en la enseñanza de las matemáticas, permiten una completa información que ha venido transformando la forma de dimensionar la función del docente ante las problemáticas que este enfrenta a la hora de hacer el proceso de enseñanza y que en la matemática como se muestra en la reseña, la mayor parte de los docentes tienen su obstáculo didáctico, al igual que los elementos que necesita el estudiante para alcanzar aprendizajes relevantes y significativos para su vida. Elementos como los descritos en el modelo de transposición didáctica y en la teoría antropológica de lo didáctico, fomentan la idea que se puede enseñar matemática desde una perspectiva mejorada y novedos, donde se vean actividades llamativas que vengan desde la vida real para que a partir de ahí los estudiantes puedan construir sus propios conocimientos.

     Cuando los docentes enseñan, se tiene la misión de reorganizar y adaptar los saberes en este caso matemáticos para su aprendizaje. Y desde el punto de vista de la Didáctica de la Matemática, esto requiere de una reflexión sobre su propia práctica, la que debe hacerse a través de la investigación. De esta manera, es que la problemática didáctica se matematizará.

     Entonces, el papel principal que tiene el docente aquí está dirigido a mantener interesados a los estudiantes por el nuevo aprendizaje que estaban por alcanzar, esto fomentando desde un inicio la necesidad de resolver cada una de las actividades para lograr comprender todo lo que se ha preparado. De ahí, que la serie de pasos organizativos dentro de la planificación sean la base para lograr dicho propósito. El orientar correctamente las actividades, integrar a las TIC la enseñanza, utilizar la epistemología al iniciar la clase, la transposición didáctica y permitir la autorregulación de los aprendizajes, son aspectos que pueden fortalecer esta forma diferente de enseñar y a la vez aprender Matemática.

Referentes bibliográficos

Ruiz, A. Chavarría, J. & Alpízar, M. (2006). La escuela francesa de didáctica de las matemáticas y la construcción de una nueva disciplina científica. Cuadernos de Investigación y Formación en Educación Matemática, 1(2).


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