Jeimmy Montaño


                    ACERCA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS COMO DISCIPLINA
                                                             AUTÓNOMA.                    





ESTUDIANTE:
YEIMMY PAOLA MONTAÑO PUENTES
191103644




DOCENTE:
ESNEIDER CASTELLANOS





UNIVERSIDAD DE LOS LLANOS
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL
SEMESTRE VIII
2019







  ACERCA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS COMO DISCIPLINA AUTÓNOMA.


Bravo, A., izquierdo, M. (2002). Acerca de la didáctica de las ciencias como disciplina autónoma. Revista electrónica de enseñanza de las ciencias, (vol. 1, n 3,) ,130-140.

Este artículo tiene como fin mostrar de manera argumentativa que la didáctica de las ciencias es una disciplina autónoma pese a que se habla de ella como una rama de la pedagogía o  como un campo interdisciplinar de estudios cimentado en diversas teorías, para ello empieza por dar un recorrido histórico, luego algunas consideraciones epistemológicas  y por ultimo unos comentarios finales sobre la didáctica de las ciencias.

En los análisis epistemológicos disponibles, la didáctica de las ciencias es a menudo modelizada como dependiente de otras ramas del saber; entre ellas, las propias ciencias naturales, la pedagogía y la psicología educativa. Este modelo heterónomo se apoya en argumentos de carácter histórico (las diferentes maneras en que se ha venido configurando la didáctica en los Estados Unidos o en Europa), o político-administrativo (su pertenencia a determinadas unidades académicas dentro de las universidades). Otra tendencia teórica muy común es caracterizar la investigación didáctica como un campo interdisciplinar, en el que trabajan profesionales que pertenecen a distintas disciplinas, aplicando sus saberes especializados al área de la educación científica. Estas dos visiones metateóricas nos resultan insuficientes porque desconocen la particular naturaleza epistemológica del conocimiento didáctico. P130.

Lo anterior citado permite afirmar que la didáctica es un término polisémico ya que ha sido concebida de distintas maneras y a su vez  se le han otorgado varios conceptos desde diferentes autores, tales como días barriga, maya, miguel zabalza entre otros, sin embargo cabe destacar que todos la han asociado al campo educativo. Cabe destacar que el primero en hablar de didáctica fue el pedagogo juan amos comenius. A su vez deja ver que los estudios sobre la didáctica se originaron en estados unidos y Europa.

Para dar inicio al objetivo de esta reseña teniendo según lo ante mencionado a abordar es importante tener en cuenta a lo que hace mención el articulo frente al recorrido histórico de la didáctica.

Algunos trabajos recientes revisan la evolución histórica de la didáctica de las ciencias en sus cincuenta años de existencia más o menos formal (entre otros: Cleminson, 1990; Astolfi, 1993; Porlán, 1998 y Espinet, 1999). La existencia de tales estudios, es decir, la posibilidad de trazar una genealogía del campo de la didáctica de las ciencias en los distintos países, se apoya necesariamente en cierto grado de consolidación de nuestra disciplina; esto permite a los didactas separarse de la práctica y tomarla como objeto de reflexión. p131.

De lo anterior citado permite determinar que la evolución de la didáctica de las ciencias empezó alrededor de 1950 y desde ahí se han hecho varios estudios los cuales permiten la elaboración de una línea de tiempo respecto a la genealogía de la misma, permitiéndole así  a los didactas hacer reflexión frente a la práctica  que han hecho con está, generando así que sea objeto de nuevos estudios.

Ahora bien se hará mención a  que teniendo en cuenta el recorrido histórico de la didáctica los autores del artículo abordado, identificaron que el desarrollo de la didáctica a nivel mundial han pasado por unas etapas la cuales ellos sintetizaron por periodos, así lo manifiestan a continuación.

Nosotros hemos hecho una propuesta de síntesis de todas estas periodizaciones (Adurís-Bravo, 1999; retomada por Espinet, 1999), que aquí resumimos. Hemos hablado de cinco etapas en el desarrollo histórico de la didáctica de las ciencias, caracterizadas por sus referentes teóricos. Queremos aclarar que nuestras etapas se refieren principalmente a la science education estadounidense, aunque en muchos aspectos pueden aplicarse sin dificultades a la didáctica de las ciencias europea, en la que se reconoce una evolución similar. (p.131)

Por consiguiente se hace necesario dar una breve explicación de cada etapa y del tal forma entender cómo se consolido la didáctica como una ciencia autónoma.

“Las cinco etapas que hemos propuesto son (Adúriz-Bravo, 1999/2000):


1.     Etapa a disciplinar.
Desde fines del siglo XIX hasta mediados de la década del ’50 del siglo XX, las producciones en el campo que hoy llamamos didáctica de las ciencias son escasas y heterogéneas. La disparidad de estas producciones y la falta de conexión entre sus autores no permiten suponer la existencia de la didáctica de las ciencias, ya como campo de problemas claramente delimitado, ya como cuerpo internacional de investigadores, ya como conjunto consensuado de marcos conceptuales. (p131).  

Parafraseando a bravo, A., izquierdo, M. daré una pequeña explicación de cada una de las etapas. La etapa antes mencionada hace referencia a que la productividad de la didáctica entre finales del siglo XIX hasta medados del 50 del siglo XX, fueron exiguas y diversas por lo tanto no era posible concebir la  didáctica  de las ciencias dentro de un campo de delimitado de problema, ni en un cuerpo internacional de investigadores y menos como un conjunto de marco conceptuales, sin embargo gracias a la publicación de la revista estadunidense science education se pudo tener un idea de la misma ya que en ella se mencionaba que muchos pensadores, científicos , filósofos, psicólogos y educadores aportaban sugerencia y herramientas metodológicas aun sin tener un marco conceptual didáctico.

Por otra parte en palabras de Arrieta- gallastegui (1989),  la falta de consolidación de la didáctica se atribuye a la ausencia de clientes que demandaran el conocimiento científico en dicho campo pues igual había pasado con la didáctica de la matemática. Determinándose así que la clientela empezó a surgir debido a la preocupación que adquirió estados unidos frente a la evolución científica que presentaba la unión soviética.

2.           Etapa tecnológica:

Esta etapa tiene su inicio en la voluntad de cambio de los currículos de ciencias que se extiende rápidamente por el mundo anglosajón durante las décadas del ’50 y ’60, como respuesta institucional a la preocupación antes mencionada. Se ponen en marcha una serie de programas a gran escala, que toman como orientación teórica diversas investigaciones de la psicología del aprendizaje que son inespecíficas de los contenidos de ciencias; los programas son luego evaluados con un aparato metodológico fuertemente cuantitativo (Fensham, 1988; Gutiérrez, 1985). 

Esta etapa surge con la intención de darle un cambio a los currículos de las ciencias Debido a la preocupación de estados unidos frente a la evolución científica de la unión soviética. Cabe destacar que la didáctica eficientita de esta etapa  buscaba apoyarse en el conocimiento científico generado en diferentes ares disciplinarias, para intervenir en el aula sin ocuparse del desarrollo del conocimiento básico.

3.           Etapa protodisciplinar:

A mediados de la década del ’70 crece el consenso acerca de la existencia de un nuevo campo de estudios académicos; los investigadores en didáctica de las ciencias comienzan a considerarse miembros de una misma comunidad, que se independiza crecientemente de las antes mencionadas, y que acepta la necesidad de formular problemas propios y distintos. Comienza a aparecer entonces la llamada facultad invisible (invisible college) (Gutiérrez, 1985).



Esta etapa se da en la década del 70 es acá  donde considero que la didáctica de las ciencias empieza a buscar y trabajar en pro de su identidad ya que reconoce la necesidad de formular problemas propios y distintos a las otras disciplinas, la llamada facultad invisible (Gutiérrez, 1985) a su  vez  es aquí donde el estudio de la didáctica de las ciencias gana reconocimiento universitario.

4.           Etapa emergente:


En la década del ’80, los didactas de las ciencias de los países punteros comienzan a preocuparse por la coherencia teórica del cuerpo de conocimiento acumulado. Se reconoce la existencia de un conjunto de personas guiadas por la misma problemática, y se considera necesario un análisis más riguroso de los marcos conceptuales y metodológicos para conducir la exploración sistematizada de esta problemática.

Esta etapa se da en la década de los 80 y es aquí donde empieza a ver una preocupación por la coherencia teórica del cuerpo del conocimiento acumulado, por parte de los países punteros, además de eso se da una autorrevisión conceptual que origina una apertura interdisciplinar (Astolfi y Develay, 1989).
Cabe destacar que esta apertura interdisciplinar:

Desemboca sobre el fin de la década en el consenso acerca de que el constructivismo, en su versión didáctica, es la base teórica común para la mayor parte de los estudios del campo (Izquierdo, 1990; Moreira y Calvo, 1993). El enrolamiento masivo de los investigadores y profesores, a menudo a nivel de discurso superficial (Carretero y Limón, 1997), en las filas de este constructivismo, está dando paso ahora a la discusión acerca de las posibilidades que tiene este marco de convertirse en un modelo teórico sólido, y de guiar a modo de paradigma a la didáctica de las ciencias.
 Por lo tanto se puede decir que con el fin del constructivismo en su versión didáctica se habilita la posibilidad de convertir  esta base teórica en un  modelo teórico sólido y además de eso encaminar la didáctica  de las ciencias como un modelo.

5.           disciplina  consolidada:

Joshua y Dupin (1993), autores del primer manual universitario de didáctica de las ciencias, se basan para afirmar esta situación de consolidación en la premisa de que la disciplina ha madurado lo suficiente como para poder ser enseñada a su vez. La enseñabilidad es entonces vista como un argumento central para sostener la disciplinariedad de la didáctica, pues tiene como condición necesaria la existencia de una estructura de coherencia propia, transponible y difundidle.

En palabras de  (Gil-Pérez et al., 2000), esta etapa se evidencia un aumento significativo de la didáctica de las ciencias como cuerpo teórico y como comunidad académica, por lo tanto es que esta disciplina adquiere poder para ser enseñada, lo cual se convierte en un argumento para su sostenibilidad como disciplina.
Teniendo en cuenta  algunas consideraciones epistemológicas planteadas por bravo, A., izquierdo, M   sobre la didáctica de las ciencias, en el artículo trabajado se llega a la conclusión que no se puede considerar a esta como una rama de la didáctica tradicional, ni mucho menos como parte de las disciplinas pedagógicas, sino que esta es una disciplina autónoma centrada en los  contenidos de las ciencias desde el punto de vista enseñanza – aprendizaje, esto quiere decir que esta es la encargada de estudiar el conocimiento que brindan las diferentes ciencias.


Ya para terminar, cabe destacar que el artículo trabajado me permitió entender que existe una diferencia amplia entre la didáctica tradicional y la didáctica de las ciencias, que ambas pese a que tienen como similitud la enseñanza y el aprendizaje estudian diferentes objetos de estudio.
 Por otro lado partiendo de  todos los conceptos que se le han atribuido a la didáctica, considero que me identifico con el que le otorga escudero (1980,117) ya que él la  define como una “ciencia que tiene por objeto la organización y orientación de situaciones de enseñanza- aprendizaje de carácter instructivo, tendentes  a la formación del individuo en estrecha dependencia de su educación integral¨.
 Por lo tanto llego a la conclusión que el papel que desempeña la didáctica en mi proceso de formación como futura docente es muy importante y significativo ya que esta es la encargada de orientar guiar, dar las pautas o pasos a seguir en el desarrollo de los procesos de enseñanza  aprendizaje, por lo tanto se ocupa en que la teoría sea aprendida, porque de nada sirve una excelente teoría si la didáctica es deficiente. Así que la didáctica y la pedagogía siempre irán de la mano pese a que  la didáctica sea una ciencia autónoma.















                                                       


                                                  BIBLIOGRAFÍA.

Bravo, A., izquierdo, M. (2002). Acerca de la didáctica de las ciencias como disciplina autónoma. Revista electrónica de enseñanza de las ciencias, (vol. 1, n 3,) ,130-140.

Ula , (2009).recursos para el futuro docente.[mensaje en un blog]. La didáctica y su valor en proceso de  E- A. recuperado de http://recursosparaelfuturodocente.blogspot.com/2010/06/la-didactica-y-su-valor-en-proceso-de-e.html.


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EPIGRAFE: “LO MEJOR DE MI NATURALEZA SE REVELA EN EL JUEGO, Y EL JUEGO ES SAGRADO” (KAREN BLIXEN)

Vicente navarro Adelantado en su libro “El Afán de jugar”  Adelantado, V. N. (2002). El afán de jugar: teoría y práctica de los juegos motores (Vol. 24). Hace una gran aportación relacionada con la aplicación del juego motor y la educación física escolar, nos habla del juego en toda su extensión  y del juego motor más específicamente a partir de la praxiologia motriz en donde aborda el juego motor como una situación Motriz que tiene su propia identidad, su propia lógica. Por ello, lo que ocupa el centro de su reflexión es la acción motriz misma, que se manifiesta como una tarea o una situación motriz denominada juego motor. Por supuesto que el autor no menosprecia las aportaciones que han hecho otras disciplinas al estudio del juego,  sino que subraya la necesidad y conveniencia de recolocar estos Conocimientos en el marco de la pertinencia que le es más propia: la acción motriz.

De tal manera retomando el contenido del libro “ El Afán de jugar” se resaltan ciertas partes textuales  las cuales tendrán un aspecto  propio que será crítico y reflexivo con el fin de tomar dicha información para su aplicación en la enseñanza, el mejoramiento de nuestra  didáctica y el diseño de juegos para aplicarlo a la acción educativa, resaltando siempre que  el juego hace parte de todos estos procesos y que siempre está  aportando diversos elementos al desarrollo íntegro y armónico de la infancia.

1.     El concepto de Teoría y Práctica del Juego  motor se configura a partir de dos cuerpos  diferenciados: la teoría y la praxis del juego, o manera cómo obramos con él. Todo ello, en parte, pues se trata de una cara del complejo comportamiento humano, desde la perspectiva motriz; es decir, con referencia final al juego y su vinculación con la motricidad.
En pocas palabras el juego es un medio educativo que promueve el desarrollo cognitivo y físico del niño y la niña. Desarrollando  grandes capacidades y estimular el desarrollo madurativo emocional. El Juego por tanto tiene múltiples teorías y lo más importante es su praxis donde se retoma como un fenómeno lúdico; la teoría y su práctica, como elementos conectados entre sí, permitirían albergar todos los conocimientos del juego motor. También es de gran importancia resaltar los campos que aportan ampliamente como: el campo de la psicoterapia, la psicología es, la psicología evolutiva, cognitiva y del psicoanálisis, psicología social y muchas otras teorías que contribuyen significativamente para poder realizar una buena praxis del juego, en este caso mediante la pedagogía ya que nos permite un gran conocimiento del juego y su aplicación, dado que se trata de una ciencia práxica dirigida al acto educativo, a la enseñanza. No obstante la teoría y práctica del juego radica en  reunir las aportaciones de todas las ciencias que colaboran de alguna manera a las explicaciones e interpretaciones del porqué de las manifestaciones lúdicas y de las cuales puedan surgir también nuevas teorías.
2.     El juego es una actividad integrada. El juego no es una actividad principal para la vida, aunque es muy necesaria para el desarrollo en la infancia; su función, por tanto, es relativamente secundaria. Hall (1989:51)21 sostiene que el sistema cultural consta de diez tipos independientes de actividad humana, a los que denomina sistema de mensaje primario (SMP): interacción, asociación, subsistencia, bisexualidad, territorialidad, temporalidad, aprendizaje, “juego”, defensa, explotación. Para Hall (1989:64) el juego “está entretejido con todos los otros SMP”.
Esta parte del texto merece ser tomada en cuenta dándole gran valor e importancia pero también una pequeña critica, pues aunque se plantea que el juego no es una actividad principal para la vida, si es una de las actividades Rectoras de la infancia y es una de las que más permite al niño alcanzar su desarrollo íntegro y armónico, como bien se plantea en la política nacional De Primera Infancia “De Cero a Siempre”. Por su parte el juego envuelve toda la vida de los niños formando parte de sus intereses y se practica como una necesidad psicológica de equilibrio y crecimiento. El juego es posiblemente una de las actividades fundamentales en la vida del hombre, Schiller describe que "el hombre no está completo si no juega”. Stanley Hall  por su parte vincula el juego a las fases del desarrollo infantil y en su teoría establece los juegos que practican los niños en las etapas de su desarrollo De esta manera es importante mencionar que el  la palabra juego encierra un universo de posibilidades educativas en el desarrollo infantil, este con sus variadas aplicaciones favorece el fortalecimiento de capacidades tanto intelectuales como motoras se comprueba la multidisciplinariedad y la transversalidad del juego.
3.     El juego es, y puede ser, una actividad de aprendizaje .El juego promueve el aprendizaje porque concita experiencias, tanteos, resultados, los somete a repetición, y además mediante una fórmula agradable, placentera. Ésta es la razón por la que el juego es buscado por el jugador, sobre todo por el niño, y es por lo que jugar es una actividad frecuente. el juego es aprendizaje inevitable en la infancia, y puede ser un elemento de adquisición de mayores competencias el resto de nuestra vida.
Cita que tiene gran sentido ya que la categoría del juego hay que tomarla como parte indispensable de la pedagogía y como un medio por el cual los seres humanos exploran diferentes experiencias que permiten la interacción, asimilación y comprensión de las posibilidades y limites que ofrece determinada actividad de la vida real o cotidiana, convirtiéndose en una estrategia educativa que promueve el desarrollo cognitivo y físico desarrollando capacidades como la memoria, la atención y que generan un sin número de beneficios tales como: la generación de nuevas experiencias, asumir roles,  poder expresarse libremente, la organización para la resolución de conflictos, el afianzar la confianza, la canalización de conductas y la estimulación del desarrollo madurativo emocional.
4.     El juego constituye en sí mismo una técnica de dinámica de grupos. El juego colectivo es una organización de grupo que entraña su correspondiente proceso y proyecto; de ahí que reconozcamos al juego colectivo como una “dinámica”, pues supone cambios en las interrelaciones ocurridas entre los jugadores y más beneficios que contenidos negativos, dada la naturaleza lúdica de la actividad. El tamaño reducido de los grupos de juego, su grado de organización basados en acuerdos o en reglas, su función, los modos de interacción de los jugadores, o la manera como es vivida la experiencia, indican que el juego es un modelo capaz de promover mejora en la vida de relaciones de un grupo.
Con relación a lo anterior y afirmando aún más Peña y Castro retoman el juego como ese escenario donde comienza la participación infantil, ya que dentro de él es posible escuchar las voces de niños y niñas con naturalidad, conocer sus experiencias personales, sus intereses individuales, colectivos y las relaciones que se dan entre ellos; donde la palabra y la acción dan cuenta de la implicación y compromiso de ellos y ellas dentro del juego. Solo se aprende a participar participando con variaciones alternantes, sorpresivas, fatigosas pero gratificantes, de obligación de comunicaciones que han de cumplimentarse, integradora de géneros y de grupos de edad. El juego en si es una actividad socializadora que permite el crecimiento en la sociedad y la comprensión del otro desde edades tempranas.
5.     Aprendizaje significativo y juego motor .Un aspecto didáctico de gran importancia que asociamos al fenómeno de la transferencia motriz es el aprendizaje significativo, pues aprender a aprender comporta y desentraña para el sujeto que aprende los mecanismos y estrategias que se encierran en la actividad; de esta manera, la evocación y requerimiento del esquema motor correspondiente se ve facilitado por elementos que demuestran una interconexión. En cuanto a las aplicaciones didácticas, podemos mencionar: plantear habilidades diferentes pero con elementos comunes, por lo que se han de seleccionar los juegos cuando persigamos objetivos en este sentido; practicar en contextos de juego y situaciones similares;  desvelar los papeles principales de los juegos, sus opciones, o las funciones de los alumnos implicados en su práctica;  enseñar a los alumnos a que analicen las situaciones de los juegos;  ayudar a los alumnos a comprender los principios que contienen las situaciones de juego;  enmarcar las situaciones de aprendizaje con situaciones reales, que hayan ocurrido durante el juego realizado.
De tal manera se puede tomar el juego en relación directa con la educación, ya que este es la actividad esencial y natural del niño y este desarrolla gran parte de sus facultades mentales y físicas. Jugando los niños toman conciencia de lo real, se implican en la acción, y elaboran razonamientos propios que les permite llegar al descubrimiento de nuevas cosas e incluso ser creadores de sus propios conocimientos sin necesidad de una educación tradicionalista basada en libros y formación estática, sino por el contrario mediante esa actividad libre y de total agrado para ellos . Por lo que el juego de este el niño logra una imaginación y creatividad de mayor índole mediante un proceso activo y significativo, es decir  en el juego el niño puede opinar su necesidad y el deseo de querer expresar, comunicar y encontrarse con los demás a través de la palabra y el acto lúdico lo que hace relacionarlo claramente con el aprendizaje siendo altamente motivante en el niño, posibilitando su gusto por aprender y reformando sus estructuras cognitivas y conocimientos previos.
6.     El juego motor y el aprendizaje. El juego motor contiene habilidades y las situaciones a que dan lugar, de manera que provoca aprendizajes. Si bien este proceso muchas veces no es sistemático, puede serlo si se somete a la organización de su didáctica. La didáctica del juego motor favorecerá determinados aspectos del aprendizaje, como: motivación, transferencia y práctica motriz, atendiendo a cómo presente la reunión de tareas motrices contenidas en el juego. En general, todo el planteamiento del aprendizaje motor se justifica por la construcción de habilidades motrices enmarcadas en sus contextos.

Apoyando el planteamiento anterior Zabalza, expone en su obra Didáctica de la Educación Infantil (2008) que la idea de la psicomotricidad y el aspecto motor se refiere a la conexión existente entre mente y cuerpo, entre movimiento y pensamiento. Considera la actividad motriz del niño como un diálogo entre el organismo y el mundo que les rodea. La finalidad de este desarrollo será pues, el control del propio cuerpo. Por eso para que el niño lo  alcance  será fundamental proporcionar al niño la variedad de situaciones en las que pueda explorar sus posibilidades motoras y a partir de ellas ir construyendo las primeras nociones básicas. Finalmente cabe resaltar que el aspecto motor es un aliado importante en el aprendizaje del niño, y mediante la educación psicomotriz  y el juego motor los docentes de hoy en día tenemos la oportunidad de intervenir significativamente en el desarrollo del niño implementando nuevas técnicas, y también una pedagogía activa que se preocupe por el niño de forma global
7.     Concepto del juego motor  juego motor en las clasificaciones de los juegos. El juego motor comparte y reafirma, como la Educación Física, la vuelta sobre el ser humano y sus potencialidades. Cecchini (1996:59)318 propone una educación física personalizada, siguiendo la idea de García de Hoz; en ella “se considera al ser humano como una persona que actúa físicamente en su entorno (...). Un ser que organiza activamente la información y que elabora hipótesis de acción a partir de la exploración activa del medio”. Esta concepción se aleja radicalmente del rendimiento porque atiende a la adaptación singular y a las capacidades del alumnado, no sólo cognitivas sino como sujeto de las realidades sociales. De esta manera, el protagonismo de la educación recae en “la acción motriz personal”

Parlebas con el estudio científico de la actividad motriz, el análisis de su dimensión social y el centra miento en la motricidad del campo de acción de las disciplinas motrices, siendo la relación que se establece en entre la actividad psíquica de la mente humana y la capacidad de movimiento o función motriz del cuerpo, plantea que la educación psicomotriz es una acción pedagógica y psicológica que utiliza los medios de la educación física con el fin de normalizar o mejorar el comportamiento del niño (Jean Le boulch). El aspecto psicomotriz implica unos elementos básicos tales como son la estructuración temporal, el esquema corporal, la psicomotricidad gruesa, el dominio corporal y la psicomotricidad fina, por lo que se considera de vital importancia para el ámbito educativo del niño pues abarca muchos aspectos necesarios en su desarrollo.

8.     Juego motor y su didáctica. El juego motor y su didáctica no es ajeno a las variaciones del pensamiento pedagógico ni a los cambios culturales. Por ello, los profesionales de la educación física conciben su uso didáctico de manera muy diversificada, aun dentro de un marco general que, por otra parte, intenta asegurarse por medio de las normativas que regulan la ideología, estructura y desarrollo de la enseñanza. Por tanto, nos enfrentamos a un contexto semicerrado para el desarrollo de una didáctica específica; lo contrario, pensar que se trata de un currículo completamente abierto, sería una concesión excesiva al fenómeno.

Educar, y educar a través de la acción motriz son tareas perfectivas, óptimas; al final de la acción educativa esperamos que el educando haya alcanzado nuevas metas, la utilización del juego como recurso en el área de Educación Física debe atender a una serie de premisas que faciliten la correcta ejecución del mismo por parte del alumnado y que así faciliten la labor de los docentes, por ejemplo empleando el juego motor como un elemento pedagógico de primer orden, ayudando a desarrollar la capacidad creativa y una mejor comprensión de los conceptos intrínsecos que subyacen en el lenguaje y que también, facilita el desarrollo de los diferentes aspectos de la personalidad del niño/a, del carácter, habilidades sociales, dominios motores y capacidades físicas. Además, ofrece gran variedad de experiencias, lo cual facilita la adaptación y la autonomía. Dándole así un sentido didáctico y pedagógico a  la actividad natural del juego.

9.     Retención, memoria y juego motor. Quizá, el juego motor es la actividad que contribuya más a la consolidación de la memoria motriz, debido a su frecuencia de práctica en la infancia. El juego motor supone retener, es decir movilizar y mantener información para los requerimientos motores de la constante actividad lúdica del niño.


José María Cagigal, (hombre pionero y decisivo en la nueva orientación del deporte y la educación física en España), cita en 1954 en su revista “Citius, altius, fortius” un artículo llamado “Aporias iniciales para un concepto del deporte” Es muy posible que el juego motor sea la actividad que contribuya más a la consolidación de la memoria motriz, debido a su gran protagonismo en la infancia. Claramente el juego motor implica retener, puesto que requiere movilizar y establecer información para los requerimientos motores de la continua actividad lúdica del niño. Por lo cual el aprendizaje motor, la repetición de las situaciones son  necesarios para consolidar la habilidad motriz pues con estas se promueven los estímulos que van a ser interpretados y organizados por la memoria  de los niños para responder a los requerimientos futuros; por ello, didácticamente, es preciso jugar más de una vez a un mismo juego, si el interés de los alumnos es dominante. 

10.  Diseño de juegos motores de reglas. El diseño de juegos motores constituye un recurso de gran importancia cuando se trata de optimizar los juegos y de adecuarlos a los intereses didácticos. Diseñar juegos motores comporta una tecnología capaz de desvelar la lógica residente bajo las distintas formas de juegos y de los elementos que los conforman. Necesariamente, el diseño de juegos motores comportará un modelo, pues alude a la interpretación de una lógica y deberá tener potencia explicativa suficiente para el problema y aplicaciones que se pretenden abordar.

Claramente lo anterior se encuentra vinculado con el juego didáctico como una estrategia de enseñanza y aprendizaje en el aula, el juego siendo el factor que activa los mecanismos de aprendizaje en el alumno con creaciones y variaciones haciendo un cambio significativo que se realiza a través de la experiencia ayudando a que la educación no se enfatice en un aprendizaje memorístico  ni en  acciones repetitivas distintas sino con sentido, el  juego didáctico así como el juego motor surge en pro de un objetivo educativo para el logro de objetivos de enseñanza curriculares, este tipo de juego permite el desarrollo de habilidades por áreas y de la dimensión académica, entre los cuales se pueden mencionar: del área físico-biológica, del área socio- emocional, del área cognitiva-verbal, y de la dimensión académica.

Por ello es importante conocer las destrezas que se pueden desarrollar a través del juego, en cada una de las áreas de desarrollo del educando, junto a esto el saber implementar un adecuado estilo y método de enseñanza además de vincularlo y relacionarlo plenamente con el juego didáctico permitirá realizar de una forma idónea la labor docente teniendo en cuenta las diversas estrategias que hay para implementar en la clase y saber cuál es la más adecuada para la población de estudiantes que se está manejando, esto permite a su vez una diversión en las clases y una variación en la rutina académica; en resumidas cuentas lo importante y valioso es tomar un enfoque metodológico integrador que propicie la mejora del proceso educativo atendiendo a las necesidades de los estudiantes, las situaciones que se presenten, las diversidades existentes y demás, es decir es variar las estrategias evitando la monotonía de técnicas tradicionales y haciendo que el aprendizaje sea experiencial y significativo mediante el la puesta en práctica del juego motor y su correcta planeación y ejecución.
Para Concluir hay que mencionar que lo particular de este texto es que  reúne en un solo lugar las diversas teorías, conceptos y características que surgen a partir del concepto del juego y nos permite retomar aquellas más interesantes para nosotros como pedagogos y aquellas que más favorezcan el ejercicio educativo  para poder aplicarlo al proceso de aprendizaje. Así pues el juego  motor es el elemento primordial en la vida del niño el cual  les permite ser libres, creativos, espontáneos, y que no requiere necesariamente de elementos determinados sino por el contrario posibilita un desinterés material y el seguimiento libre de reglas que ayuda también a la formación transversal del niño en cuanto a sus comportamientos, conductas, actitudes y sobre todo sus vínculos sociales pues le permite la interacción con su entorno. En conclusión el juego es esa actividad espontanea, libre, placentera, delimitada, pura, reglamentada e incierta que  permite al niño expresarse tal cual es.
Desde el quehacer pedagógico es indispensable abordar el juego motor como una situación motriz con identidad propia y una lógica exacta, que el niño logra manifestar mediante la acción motriz o situación motriz,  por ello el acercarnos al conocimiento teórico y la aplicación en el ámbito de la educación física escolar se hace imprescindible teniendo en cuenta la importancia del juego motor como herramienta pedagógica, y  también nos conlleva a proporcionarnos innumerables materiales con los que animarnos a utilizarlo saliendo de  las estancadas materias curriculares que no son de gran sentido ni para la programación docente ni las actividades que realizan los alumnos.  Además el emplear este tipo de herramienta nos permitirá transversal izar varios aspectos de la educación y lograr abordar la enseñanza con contenidos relativos a técnicas, métodos, estrategias y recursos que giren en torno al juego y en específico al juego motor.


















                                           





                                                            BIBLIOGRAFÌA

·         JIMENES JIMENEZ FRANCISCO, licencia creative commns 20121 tema 5 – clasificaciones generales y específicas de los juegos deportivos: su funcionalidad pedagógica.


·         SARAVI JORGE RICARDO, praxiologìa motriz y educación física, una mirada crítica.

·         CARLOS ANDRES BENAVIDES PINILLLA, ERIKA LIZETH CALDERON POVEDA, DANIEL ESTEBAN VEGA RIAÑO, la sociomotricidad como propuesta didáctica de la educación física para disminuir la discriminación de género, en el colegio nacional esguerra,universidad libre de Colombia ciencias de la educación licenciatura educación básica con énfasis en educación física, recreación y deportes Bogotá D.C 2012.




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                                                                   3.

EPISTEMOLOGIA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Alicia R. W.de Camilloni

La enseñanza de las ciencias sociales constituye una compleja tarea, ya que exige a la didáctica la resolución sistemática de una serie de problemas que, si bien son comunes a la enseñanza de todas las disciplinas, en el caso de las ciencias sociales se perciben con mayor agudeza y evidencia en razón de la problemática propia de los contenidos con los que debe trabajar. Para construir una didáctica de las ciencias sociales y establecer el carácter propio del conocimiento de sus contenidos es necesario dar respuesta explícita a cuestiones tales como la determinación del status epistemológico de las ciencias sociales, la posibilidad de integración de las diferentes ciencias sociales entre sí, el valor de verdad o certeza del conocimiento social, los límites de la objetividad o neutralidad de ese conocimiento y su relación con los valores y con la acción del hombre. Evitar resolver, u ocultar, estos problemas hace imposible la construcción del discurso didáctico.  Por otra parte, ambos tipos de problemas deben ser encarados teniendo en cuenta que es una característica actual de cada una de las ciencias sociales y de su conjunto el presentar desarrollos simultáneos que corresponden a diferentes enfoques y teorías, sin que exista un paradigma o un programa de investigación científica que se pueda considerar predominante o se proyecte a corto plazo con posibilidad de ser aceptado como tal por que proyecte científicas. ! En el terreno didáctico, diferentes autores desarrollaron propuestas curriculares muy interesantes que, de hecho, procuraban dar respuesta a esta pluridimensional cuestión. Son ya clásicos, por ejemplo, Jerome Bruner ("El hombre, un tema de estudio") 1 y 1 Bruner, Jerome, Hacia una teoría de la instrucción, México, UTEIH-IA, 1969, cap. 4

Por lo cual hay que dejar en claro varios aspectos relevantes de la temática planteada anteriormente y por supuesto dar una perspectiva subjetiva que aporte y resalte su  importancia. Además hay que identificar ¿qué características debe asumir la didáctica de las ciencias sociales como región disciplinar, en el marco de una disciplina mayor que la contiene, la didáctica general? Y, en segundo lugar y en un nivel más específico ¿qué enseñar y cómo enseñar en el dominio de las ciencias sociales?

1.     Comencemos por evocar  LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES COMO DISCIPLINA, Como afirma Gilles Ferry, el discurso de la pedagogía es el discurso propio de un saber hacer complejo, es un saber sobre el saber-hacer. Este saber se caracteriza porque se construye a través de un proceso de reflexión-acción-reflexión. La reflexión se enmarca en teorías, las enriquece, las re-estructura. Las propias teorías permiten ir más allá de la simple observación de prácticas propias y ajenas. En la permanente fecundación entre teoría y práctica pedagógica se construye el discurso didáctico. Es indudable que, en la actualidad, el epistemológico de la status didáctica es una cuestión controvertida que ha dado lugar a diferentes interpretaciones. la didáctica, como parte de una teoría de la educación, es una teoría práctica, no científica. Así, T. W. Moore sostiene, en un texto clásico sobre esta cuestión, con Paul Hirst, que siendo una disciplina prescriptiva o recomendatoria no puede tener carácter científico.

De acuerdo con esta afirmación,  la didáctica está íntimamente ligada a la búsqueda del logro práctico de los fines de la educación, comprometida con una red de valores, y con un discurso que nunca excluir los juicios del deber ser, aunque sí pueden caber dentro de ella diferentes teorías científicas. Claro está que la didáctica no puede ser sometida a los mismos controles que los que recibe una teoría científica. Para validar el conocimiento pedagógico, según estos autores, es necesario demostrar que las conclusiones valen la pena de ser puestas en que la acción es factible, tiene coherencia interna, que sus supuestos no son contrarios a las leyes científicas y que son moralmente aceptables los métodos pedagógicos recomendados. La teoría didáctica no puede tener carácter científico en razón de su estrecha relación con una actividad práctica como la actividad docente y por causa de sus presupuestos valorativos, de su carácter normativo o prescriptivo y de los modos de validación o justificación de sus conclusiones que son empleados corrientemente.

2.     La didáctica, a partir de la aceptación de una concepción positivista o neopositivista de la ciencia, es una teoría diferente, no científica. Es una teoría práctica.
Lo anterior señala que la didáctica es más que el conocimiento, es una praxis constante que permite desarrollar un conocimiento explicativo o comprensivo de los procesos que configuran su dominio y que no presenta postulaciones normativas para la acción, en el desarrollo de esta didáctica se destacan las metodologías de investigación y validación de los conocimientos que emplean, los temas que tratan y los conceptos que construyen, así como, también, las estructuras de conocimientos que desarrollan. Por eso Si creyéramos que la enseñanza debe transmitir los conocimientos disciplinarios con la misma lógica con la que se descubrieron y con la que se organizaron y justificaron en cada campo disciplinario, entonces la didáctica no sería necesaria, lo que indiscutiblemente no es verídico pues sin la didáctica en si no habría proceso significativo de educabilidad y enseñanza de temáticas y ciencias.

3.     la pregunta acerca de si la didáctica (en general 0. específicamente, la didáctica de las ciencias sociales) puede asumir el carácter de disciplina científica sólo podría tener una respuesta negativa. Es evidente que, en tanto saber-hacer, en tanto disciplina de carácter --al menos parcialmente- normativo y como conocimiento necesariamente impregna- do de valores, la didáctica no podría aspirar sino a ser considerada una “teoría práctica”, no científica. Pero, así como desde otras corrientes epistemológicas, en particular desde la teoría crítica, se recupera para las ciencias sociales la relación esencial de conocimiento y valor, también se propone re articular los dominios del ser y del deber ser.

   Alrededor de esto hay que destacar que Ninguna disciplina puede aislarse de otra y ninguna puede conformarse con una comprobación empírica y una descripción de los Hechos hay que siempre poner en práctica teorías o sustentos que se apoyen con las realidades sociales; Por lo tanto, en la construcción del conocimiento del proceso social, el mismo análisis que se efectúa de ese proceso debe ser comprendido, y es entendido según Habermas, como una posible crítica de sí mismo. Así pues la enseñanza no está sujetada  y coartada  a las aptitudes del ser humano ni a los factores externos, pues estos se pueden modificar que ayuden a trascender en la naturaleza de cada individuo.  es decir el destino del infante no está determinado  ni el maestro se limita identificar cuales estudiantes están condicionados a aprender  y cuales no podrán superar su incapacidad natural, sino por el  contrario usa la didáctica como estrategia que posibilite el aprendizaje llegando así a una teoría practica comprendiendo que la enseñanza no es fácil ,  y no todo está bien en la educación  y es el docente quien posibilita las mejoras en el sistema con la construcción de conocimientos didácticos.

En cuanto al carácter científico social no puede detenerse ante la realidad ni limitarse a la ciencia, debe haber una crítica y una solución pues son inseparables. La ciencia no es un fetiche. Tiene estrecha relación con los problemas reales. Como dice Adorno, “toda crítica implica una posibilidad de solución”. Y la didáctica es parte de dicha solución.


4.     La didáctica puede ocuparse y preocuparse de la práctica pedagógica, estar impregnada de valores elegidos y adoptar una postura normativa, sin perder su potencial para construirse como disciplina científica. Pero, para ello, debe encararse su construcción como un programa o conjunto de programas a ser realizados. Pues difícilmente puedan ser calificadas como científicas todas las producciones incluidas dentro de lo que hoy se denomina disciplina didáctica.

Ante esta afirmación se debe tomar  la didáctica desde la perspectiva de disciplina teórica que se ocupa de estudiar la acción pedagógica, es decir, las prácticas de la enseñanza, y que tiene como misión describirlas, explicarlas y fundamentar y enunciar normas para la mejor resolución de los problemas que estas prácticas plantean a los profesores.
Dice Bachelard que “nada se da, todo se construye”, y esta afirmación vale tanto para quienes ya son portadores del espíritu científico y asumen, en consecuencia, la tarea de construir la ciencia, como para quienes son sujetos de la enseñanza y del aprendizaje y deben formar o ser formados en ese espíritu. Se construye el conocimiento, se construyen las teorías científicas, se construye el mundo, se “inventa”, Pero todo ello ha de hacerse con cuidado, con arreglo a ciertas reglas, pautas o principios. Con la “didáctica espontánea” de los docentes y con el conocimiento “espontáneo” y las teorías implícitas acerca de lo social y de la realidad en general, de las que son portadores maestros y alumnos (y que de ninguna manera son “naturales”).

 5. los filósofos exigen hoy un empleo sistemático de los resultados de la investigación psicológica, sociológica, antropológica, cultural y lingüística, es igualmente manifiesto que se está comenzando a cubrir un número importante de campos que se incluyen en la teoría de la enseñanza, con investigación encarada desde una perspectiva específicamente didáctica.

Basándose en esto se puede decir que Desde la didáctica general se postula que es necesario atender a una doble demanda. La enseñanza, por una parte, debe ser individualizada y, por ese camino, con el apoyo del docente que le proporciona andamios, el alumno logrará un aprendizaje autónomo. Pero otra dimensión que también se debe incluir en la enseñanza para la comprensión profunda es la que deviene de la consideración de las variables sociales en los procesos de aprendizaje. El aprendizaje colaborativo se encuentra actualmente entre las estrategias de enseñanza que demuestran mayor valor didáctico. Las fuentes de esta doble propuesta se hallan en la didáctica general de enfoque socio-cognitivo.
Pero por otro lado también cabe señalar a las didácticas específicas pues gran parte del conocimiento producido en estas es transferible a los otros niveles. Por ello cabe preguntarse ¿si se puede transferir ese conocimiento desde la enseñanza de las ciencias naturales a la enseñanza de las ciencias sociales? La respuesta  es afirmativa, como lo demuestran las conclusiones de un número importante de investigaciones en este último campo (Shnotz, Vosniadou y Carretero, 2006).


6   Desde la definición que asumimos de la ciencia y, en particular, de las ciencias sociales, la didáctica podría ser aceptada como disciplina científica y, en particular, como una ciencia social. Pensamos que cuenta con suficientes condiciones de validación y justificación de los conocimientos y las normas que ofrece, o podría ofrecer, para la configuración de la práctica pedagógica y para la mejor comprensión de ésta.

Es así como  la didáctica se constituye en un do- minio del saber apoyado en el aporte riguroso de disciplinas científicas en donde se ejecutan una serie de  actividades organizadas con el fin de lograr aprendizajes significativos y  responder a principios semejantes. Lo que Jerome Bruner denomino primero «aprendizaje por descubrimiento» y luego «aprendizaje por invención» que constituye un enfoque didáctico especialmente motivador en la enseñanza de todas las ciencias, formales, naturales y sociales. Por eso las  Situaciones problemáticas en la enseñanza de las ciencias sociales,  la información debe ser buscada y empleada para proponer una solución en una situación enigmática; donde el conocimiento del pasado adquiere, además de su propio sentido, el de permitir comprender problemas actuales; donde las actividades individuales y las tareas grupales de aprendizaje colaborativo se conjugan; donde la enseñanza y la evaluación no se programan como tareas separadas sino que el aprendizaje genera recursos que facilitan la autoevaluación, son todos rasgos de la enseñanza con un enfoque que no es exclusivo de una única didáctica específica pero que en si aportan enormemente a la práctica pedagógica y la comprensión de esta.

7. El programa que podría ser compatible con la afirmación de que la propia didáctica puede constituirse en una disciplina científica, contraponiéndose, sin embargo, a la perspectiva positivista del conductismo, que la interpreta como tecnología y no como ciencia, es el que podríamos denominar “programa científico de una didáctica centrada en los significados”.

 Dicha afirmación no parecería necesaria pues se podría definir a la didáctica, al menos potencialmente, como una ciencia social, estructurada en tomo de algunos supuestos básicos, hipótesis y conceptos comunes a más de una teoría científica y centrada en una peculiar definición de su objeto de conocimiento y acción: la enseñanza como proceso mediante el cual docentes y alumnos no sólo adquieren algunos tipos de conocimiento sin calificar sino como actividad que tiene como propósito principal la construcción de conocimientos con significado a partir de las acciones y no solo de las teorías.


8. LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES COMO CIENCIA SOCIAL.
 Desde este enfoque, construir una ciencia social y una teoría acerca de cómo debe ser enseñada son tareas que se enmarcan en problemáticas epistemológicas similares. Entre estas problemáticas se destacan, por ejemplo, la necesidad de garantizar la  ampliación de los horizontes espaciales y temporales de sabios, docentes y alumnos; de resolver las complejas relaciones entre el pensamiento nomotético y el pensamiento ideográfico, o las relaciones entre la objetividad y la subjetividad tanto del sujeto cognoscente como de la comunidad científica, docente o escolar a la que aquél pertenece. También debe resolver la vinculación entre la teoría y la acción intelectual o práctica.

Justo es decir que la didáctica es una disciplina teórica que se ocupa de estudiar la acción pedagógica, es decir, las prácticas de la enseñanza, y que tiene como misión describirlas, explicarlas, fundamentar y enunciar normas para la mejor resolución de los problemas que estas prácticas plantean a los profesores. Es la didáctica la disciplina que se compromete con las prácticas sociales orientadas a diseñar, implementar y evaluar programas de formación. Por su parte se encarga de someter a critica constante los principios teóricos y prácticos que sustentan los aprendizajes y clarifica que estos no son iguales para todos, enmarca la educación transformada para lograr la inclusión de todos en altos niveles de desempeño y de información, que establece estándares para orientar la enseñanza y las decisiones de la de la evaluación que realizan los docentes.

9- Una didáctica de las ciencias sociales que, en tanto teoría social es ella misma una
Forma de la práctica social, es un camino abierto a docentes y alumnos para la construcción y la restauración de los significados sociales en una y diversas sociedades y con una y diferentes miradas. Para ello deben utilizar las que Bruner denomina “poderosas herramientas de interpretación”.

Apoyando el planteamiento anterior y en última instancia -escribe Bruner- ni siquiera las explicaciones causales más poderosas de la condición humana pueden tener sentido y plausibilidad sin ser interpretadas a la luz del mundo simbólico que constituye la cultura humana”.26 Una cultura en la que, a través de “prolongados e intrincados procesos de construcción y negociación” de significados, se instituye la noción de “realidad social”, de carácter público y comunitario que sirve de base para que “la gente organice su experiencia, conocimiento y transacciones relativos al mundo social”..

10. Las ciencias sociales procuran, igualmente, acrecentar la capacidad de comprensión/ Explicación de los procesos sociales. Para ello, deben plantear y resolver, empleando conceptos utilizados desde Windelband hasta Piaget, la relación a establecer entre el pensamiento acerca de lo general, nomotético, ya que permitirá formular leyes, y la Conceptualización de lo individual, ideográfico, que toma en cuenta sólo lo propio y único de cada proceso social.

Max Weber no aconsejaba ni pasividad ni indiferencia al científico social, pero afirmaba que la ciencia como tal no puede dar valores normativos a sus juicios, aunque las ciencias sociales hayan nacido históricamente de consideraciones prácticas. Este reconocimiento del origen práctico de los problemas que impulsan el desarrollo de las ciencias sociales es, como se ve, compartido por Popper y por Weber. Pero ambos coinciden en afirmar la necesidad de establecer una clara delimitación entre la teoría científica y la acción; en planos distintos, deben resolver didactas y docentes al construir, unos, una teoría de la enseñanza, y al adoptarla y llevarla a la práctica los otros.

Pero, a diferencia de la historia, en la didáctica, los procesos metodológicos del comprender/explicar se enmarcan en lo que Max Weber hubiera denominado “ciencia dogmática”, ya que no se trata de encontrar el sentido “objetivamente justo” o “verdadero” metafísicamente fundado. Lo que se busca construir en la didáctica es el sentido “justo” y “válido”, tarea que comparte con la jurisprudencia, la lógica y la ética, según la caracterización que hace Max Weber de esas ciencias.


Por ultimo hay que analizar todas las ventajas de la didáctica y destacar que se  logra vincular en este proceso el  aprendizaje colaborativo, y las evaluaciones masivas; dando una aplicabilidad real a la teoría y siendo una forma de rescatar la didáctica y  generar un sentido crítico de enseñanza que nos permita establecer y crear nuevas formas y herramientas que favorezcan el desarrollo de seres íntegros y de sociedades llenas de posibilidades, en donde la trasmisión del conocimiento  no sea tomada como una simple labor, sino que por el contrario nos mueva a ser docentes y/o pedagogos llenos de disposición con una actitud  positiva y de liderazgo capaces de construir formas de trabajo teniendo en cuenta el fin al que se quiere llegar en un grupo escolar además de establecer las estrategias para lograrlo y así se  genere en nuestros estudiantes la motivación por el análisis, la síntesis y la reflexión de la información que les brindemos en relación con las necesidades actuales, bajo la premisa de mejorar la calidad educativa  y encontrar el verdadero sentido de la educación escolar.

Junto a esto es vital incluir la enseñanza de las ciencias sociales ya que es  una forma privilegiada de intervención en ese proceso, que debe dar paso a la ruptura epistemológica necesaria para la conquista de un conocimiento científico de la propia realidad y de los procesos sociales en lo que se instituye y a los que ella instituye a su vez. La didáctica de las ciencias sociales no puede construir sobre la arena como si construyera sobre la roca.” Pero tiene que construir sus pilares teóricos y, para ello, el planteamiento de  distintos aspectos críticos y aplicables. En si las ciencias sociales deben construirse y reconstruirse permanentemente.

No obstante es   necesario seleccionar y usar bien las estrategias de enseñanza y crear nuevas maneras de enseñar y de evaluar; porque tenemos el compromiso de lograr que todos los alumnos aprendan y construyan toda clase de saberes que les son indispensables en su vida personal, en sus relaciones sociales, como ciudadanos y como trabajadores; porque para fundamentar seriamente las decisiones y las prácticas pedagógicas es necesario integrar los aportes de diferentes disciplinas así como realizar investigaciones en el campo específico de la enseñanza; y porque la reflexión debe acompañar sistemáticamente todas las tareas relacionadas con la acción de enseñar, es que afirmamos que es necesario contar con una teoría didáctica madura, seria, rigurosa y dinámica.



                                          
                                                   BIBLIOGRAFÍA

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